ADIÓS AL GRAN QUINO, «PADRE» DE MAFALDA

No puedo despedir El Cotarro de hoy sin confesarles que esta semana me ha entristecido de manera muy especial la partida de este mundo del dibujante y humorista Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido popularmente, así como querido y respetado por todos como el gran “Quino”, el padre de la única e irrepetible Mafalda. Debo confesarles que las mil y una viñetas de Mafalda, junto con su hermanito Guille y sus compañeros de vida, aventuras y vicisitudes: Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito y Libertad, han marcado mi vida personal y profesionalmente. La manera de Mafalda para entender la vida, la política, los derechos humanos y cómo lo han transmitido a través de sus viñetas con humor, debería ser conocida por todos. Por ello, lamentando profundamente el fallecimiento de Quino, que en paz descanse, tengo que rematar este domingo manifestándole públicamente…

De izquierda a derecha: Miguelito, Susanita, Libertad, Mafalda, Manolito, Guille y Felipe.

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PREOCUPADOS POR LA “OKUPACIÓN” ORGANIZADA

Comienzo El Cotarro recordando, una vez más (y van tres) que mis tres pilares básicos, en lo que a derechos fundamentales se refiere, son, por este orden: la salud, la vivienda y la educación. El pasado domingo denunciaba de que, entre las ya muchas viviendas “okupadas” que hay en La Laguna, una determinada, que en su momento fue habitual residencia de verano del mundialmente famoso tenor canario Alfredo Kraus, había sido “okupada” en las vísperas del Día del Cristo. Me permití apuntar que el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez y su equipo del Gobierno Municipal deberían ocuparse (con “c”) rápidamente de este fenómeno y de su repercusión en la imagen y la seguridad del municipio lagunero. Y es que, dicho sea con respeto, una cosa es estar en riesgo de exclusión social o en situación de pobreza severa y otra, muy diferente, es autoexcluirse, auto marginarse y, de rebote, atentar contra el derecho a la propiedad privada, que también es un derecho a respetar y defender. Más aún, cuando la “okupación” tiene aspectos de redes mafiosas con otros intereses.

Piscina de la casa “okupada” que, al parecer, los “okupas” pintaron para su utilización en “jornadas de relax” con visitantes externos. Al fondo carpas y casetas para su uso.

RÁPIDO DESALOJO EN VIRTUD DE UN AUTO JUDICIAL

De casualidad he tenido la oportunidad de enterarme de este caso en concreto y de su más o menos rápido desenlace. Algún domingo de estos les contaré toda la historia. Pero baste decir que, por lo que se ve, parece que todo funciona “organizadamente” y en redes muy dinámicas. Sigo diciendo que lo que puede pensar de esta problemática el alcalde José Manuel Bermúdez en Santa Cruz, o Luis Yeray Gutiérrez en La Laguna, o más concretamente el concejal lagunero Rubens Ascanio, puede estar lejos de la verdadera realidad. Hay escenarios y protagonistas muy, muy distintos en esto de la “okupación”. En esta ocasión, un inteligente magistrado ya ha actuado, rápida y diligentemente, de forma profesional y muy eficaz. En un interesante Auto Judicial (que algún día me gustaría reproducirles) el juez ha instado a la Policía Nacional para que, de forma inmediata, junto con los abogados y representantes de la propiedad, se procediese al desalojo, cosa que se hizo el pasado martes.

Visitantes a punto de entrar en la vivienda “okupada” para pasar un día de piscina.

ACTUAR Y DESALOJAR SI NO HAN PASADO 72 HORAS

La “okupación” en este caso, duro tan solo 17 días, en los que los “okupas” tuvieron tiempo de hacer fiestas y saraos con piscina incluida. Ahora la vivienda vuelve a estar en manos de la propiedad y debidamente custodiada. Pero parece que, en el auto, su señoría hace ver que la Policía Nacional podría y debería haber actuado con más diligencia y efectividad cuando, a menos de una hora de saltar la alarma y acudir los vigilantes de la central a la vivienda, coincidiendo allí con la propia Policía Nacional, no se actuó teniendo en cuenta que se trataba de un flagrante delito de allanamiento de una propiedad privada. Por mucho que uno de los “okupas” pusiera a un menor como “escudo” y alegara llevar más de tres días allí. Individuo que, por cierto, en el momento del desalojo, manifestó sin cortarse un pelo que era un preso en régimen de “tercer grado”, mostrando la pulsera de localización colocada en su tobillo. Según las últimas directrices, al parecer emanadas de la propia Fiscalía General del Estado, que la exministra Dolores Delgado lidera actualmente, la Policía puede y debe actuar, desalojando de inmediato, si el allanamiento y la “okupación” se ha producido dentro de la ultimas 72 horas.

Los “okupas” saliendo de la vivienda (con patines eléctricos incluidos) en presencia de la Policía Nacional que, en esta ocasión, actuó profesionalmente.