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Y es que no es para menos y Escolástico Gil lo explica clarito en otro mensaje en Facebook cuando dice “Hace meses pedí una reunión con la consejera de Sanidad para tratar la construcción del nuevo centro médico en La Esperanza. Lo hice a nivel privado y por cauces oficiales. Me dieron la callada por respuesta. Ayer, en el pleno, han utilizado a un concejal de recadero para darme una fecha de reunión a la que ir, si quiero, junto con toda la oposición. Me parece de una deslealtad institucional tremenda”. Y Escolástico remata la faena afirmando: “Si no quieren respetarme a mí, ni al Gobierno que represento, exijo que sí respeten a los vecinos y vecinas de El Rosario y, en concreto, a los de La Esperanza, donde llevamos diez años esperando por tener un nuevo centro de salud que sustituya al actual. Tiene más de treinta años y es tercermundista. Hay proyecto desde hace más de un año. Solo falta que le consignen una partida presupuestaria. Dedíquense a trabajar y dejen las siglas a un lado. Ya está bien”. Échenle repudio al rebote de Escolástico Gil, más que lógico y razonable.

Escolástico Gil, el indignado y “mosqueado alcalde de El Rosario

Como les comentaba al principio, coincidí en una agradable comida de la tertulia periodística-militar “coronel Carlos Ramos Azpiroz”, con nuestro capitán general de Canarias (cargo por el que le conocemos popularmente), el teniente general Carlos Palacios Zaforteza, que oficial y exactamente ostenta el cargo de jefe del Mando de Canarias. Hablando distendidamente, Carlos Palacios no pudo ocultar su orgullo (razonable y merecido) por el hecho de que, estas navidades, otros doce militares canarios, en misión internacional y bajo el mando de la OTAN, pasarán la Nochebuena y el Fin de Año lejos de nuestras islas y jugándose la vida por defender la paz. Se trata de doce militares profesionales canarios, pertenecientes al regimiento de Artillería Antiaérea 94 (RAA-94) con base estable en La Isleta (Gran Canaria) unidad que, desde el pasado días 13, está bajo el mando del coronel Enrique Javier Rivera Sánchez.

Teniente general Carlos Palacios Zaforteza, jefe del Mando de Canarias.

El pasado mes de julio, los mencionados componentes Regimiento de Artillería Antiaérea Nº94 partieron del aeropuerto Adolfo Suarez (Madrid – Barajas) para incorporarse y formar parte del contingente español perteneciente a la Operación de Apoyo a Turquía Alfa Tango X, bajo el mando del teniente coronel José Ángel Úbeda Garcerán. Dicha operación es la primera misión específica en el exterior de la artillería antiaérea española y está enmarcada en el compromiso de España con sus aliados en temas de seguridad, vecindad y solidaridad. Es una misión puramente defensiva y, según la OTAN, prueba la solidaridad entre los aliados y es un ejemplo la defensa colectiva considerada “piedra angular” de la organización. Trabajan 24 horas al día, los 7 días de la semana, durante 6 meses, lo que, según comenta nuestro capitán general, Carlos Palacios, supone disponer de un elevado nivel de preparación técnica y mental.

12 militares canarios brindan por la Navidad en la base de Incirlik, en Adana (Turquía)

Según he podido saber, gracias a la amabilidad del coronel Rafael Aguado Mora (jefe de la Oficina de Comunicación del Mando de Canarias) el personal isleño que actualmente aporta el canario RAA-94 está formado por 2 oficiales, 7 suboficiales y 3 de tropa, llevando cinco rotaciones en la Operación Apoyo a Turquía, desde julio del 2017. El contingente total, compuesto por unos 150 militares sobre la base de los regimientos de Artillería Antiaérea 71, 73, 74 y 94, forma una unidad “Patriot” de misiles, desplegada en la Base Aérea de Incirlik, en Adana (Turquía). El teniente coronel José Manuel Belchí Hernández (adscrito también a la Oficina de Comunicación) me ha hecho llegar la foto que les pongo en exclusiva y me ha comentado que, como se puede ver y aún lejos de Canarias, nuestros doce militares isleños han tenido un rato para brindar por sus familias y todos nosotros desde su base eventual de Incirlk, en Adana (Turquía). Si Dios quiere y esperemos que, sin problema alguno, a finales del ya próximo mes de enero de 2020 ya regresarán para estar de nuevo “en casa” con la inestimable e impagable satisfacción del deber cumplido en defensa de la paz de todos. Entre tanto y desde aquí, nuestro total reconocimiento, el mayor agradecimiento y nuestros mejores deseos también para ellos y sus familias.