♦ Se nos fue Don Carlos, pero quedará siempre en mi/nuestra memoria… Nunca olvidaré de cuando de chico, hace ya más de cuarenta años, iba a su hogareña casa del Barrio Nuevo (mi barrio) en La Laguna, a llevarle la compra que doña Delia Trujillo, su amadísima esposa, había realizado en el comercio de ultramarinos de mi padre… El irrepetible Carlos Pinto Grote (aunque me decía que le tuteara, para mí siempre fue Don Carlos) estaba invariablemente sentado con su pipa y me saludaba permanentemente con una educación y un cariño que tampoco olvidaré… Alguna vez me invitó a su pequeño gabinete y, de propina por llevarle la compra, me regaló la lectura de algunos de sus poemas… Carlos Pinto Grote, neuropsiquiatra, maestro, poeta, escritor, premio Canarias de Literatura el año 1991, fue sin duda, un caballero irrepetible… Hoy, a los pocos días de su partida, no puedo por menos que agradecerle públicamente todo lo que me enseñó y, sobre todo, la amistad con la que me honró… A doña Delia, a su hijos, María y Carlos, y a toda su familia, mi sentimiento de pesar y, por encima de todo, mi permanente cariño y afecto.
Don Carlos Pinto Grote, en la impresionante biblioteca de su casa lagunera