Mes: febrero 2017

Estamos en el domingo de Carnaval y ya sabemos que los carnavales son derroche de imaginación y fantasía, pero lo que les voy a contar en El Cotarro de esta jornada dominguera puede transcender la imaginación y la fantasía para, a través y gracias a la investigación y la ciencia, demostrar una impresionante y asombrosa teoría. De confirmarse lo que les voy a contar, Tenerife contaría con un nuevo y atrayente motivo para que aún más turistas nacionales y extranjeros vinieran a nuestra isla. El colectivo de intelectuales, investigadores y curiosos en la materia, denominado “Chimbesque” y que está coordinado por el reconocido experto en viajes tinerfeño, Tomás de Armas Schmölzer, son los “culpables” de esta apasionante y revolucionaria teoría, que está a punto de demostrarse. Puedo adelantarles que, incluso, algunos científicos e investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) están al tanto de la teoría de “Chimbesque” y siguiéndola con curiosidad.

Placa de la entrada al museo “El Quijote en el Mundo” en el IES Mencey Acaymo de Güímar (Tenerife)

Durante varios meses, a partir de la primavera del año 2014, se realizaron los trabajos de exhumación de restos en el convento de San Ildefonso de las Madres Trinitarias, de Madrid, en busca de los del insigne escritor Miguel de Cervantes Saavedra, enterrado allí el 23 de abril de 1616. Casi coincidiendo con dichos trabajos, en una increíble carambola de la historia, manifiesta Tomás de Armas que llegó a manos del Colectivo “Chimbesque” un conjunto documental de trascendental interés, que apareció en una pequeña valija de cuero durante los trabajos de excavación para poner los cimientos de un edificio que se estaba construyendo en el centro de Madrid, en un solar donde existía una casa de dos pisos levantada hacia mediados del siglo XIX, que a su vez sustituyó a otra mucho más antigua. Se trata de un viejo manuscrito, encabezado con la fecha del 2 de abril de 1616 y de autor desconocido, en el que, en síntesis y entre otros datos, se afirma que Don Quijote de la Mancha no murió en su pueblo manchego a principios del otoño de 1614, sino que el óbito del caballero ocurrió realmente en la isla de Tenerife a mediados del mes de marzo de 1616, tras vivir en ella durante más de diez meses.

Imágenes promocionales del museo “El Quijote en el Mundo” en el IES Mencey Acaymo de Güímar (Tenerife)

La documentación incluye, desordenados, diverso tipo de escritos como pequeños relatos a modo de diario, notas, listados, una especie de fichero de contactos, nombres sueltos y hasta alguna anécdota. Tras varios meses de análisis y comprobaciones, además de haber deducido el momento del año en que se produjo la definitiva retirada de don Quijote, tomando como referente la fecha de la carta que Sancho Panza envió a Teresa, su mujer, al ser nombrado gobernador de la ínsula de Barataria, que escribió el 20 de julio de 1614 –como puede comprobarse en el capítulo 36 de la segunda parte del Quijote–, hemos podido reconstruir unos hechos increíbles y hasta ahora absolutamente desconocidos. El Colectivo “Chimbesque” con Tomás de Armas al frente ha actualizado el lenguaje de aquello que han tomado directamente de la documentación original, con la finalidad de facilitar su lectura a las personas poco familiarizadas con el utilizado a comienzos del siglo XVII. La investigación (que yo no voy a desvelar al completo, por ahora) fija incluso el lugar del enterramiento de Don Quijote en un determinado templo de nuestra isla, que Tomás de Armas Schmölzer y el Colectivo “Chimbesque” ya desvelarán en su momento y que, seguramente, contarán en una publicación que se editará oportunamente y que, seguramente, arrasará en las librerías. Veremos en qué termina esta asombrosa investigación porque… ¿quién puede demostrar lo contrario?

Imágenes del interior del museo “El Quijote en el Mundo” en el IES Mencey Acaymo de Güímar (Tenerife) con cientos de ejemplares de “El Quijote” en los idiomas más importantes y curiosos

Debo decirles que la fotografía con la que ilustro esta noticia me la ha hecho llegar el propio Tomás de Armas Schmölzer, y corresponde a un dibujo realizado el año 1948 por el acreditado aparejador tinerfeño, Roberto López Martínez, fallecido hace años. El original de dicho dibujo se encuentra, forma parte y está expuesto en el casi desconocido museo «El Quijote en el mundo» creado y conservado por el Instituto de Enseñanza Secundaria (I.E.S.) «Mencey Acaymo» en el municipio tinerfeño de Güímar y del que, en la actualidad, si no estoy mal informado, es directora María del Pino del Rosario Delgado. Desde el año 2005 existe en el I.E.S. Mencey Acaymo este curioso museo dedicado a investigar la difusión mundial de El Quijote. Este proyecto fue la culminación de una idea del departamento de lengua que arrancó con una exposición en el año 1996. Actualmente en el museo se muestran varios centenares de ediciones del «Quijote» en unos 100 idiomas diferentes de todo nuestro planeta. Sin duda, un museo único en el mundo. Y ya puestos, si se fijan, el dibujo de Roberto López Martínez hace un “guiño” a la tradicional nube que, con la denominación popular de “el sombrerete” corona muchas veces al año el pico de nuestro “padre” Teide y que, cuando aparece, se dice que llueve y nieva en Las Cañadas.

Dibujo de D. Quijote y Sancho Panza realizado por el aparejador tinerfeño, Roberto López Martínez, el año 1948.