Puedo afirmar y demostrar que, desde la época de Manuel Hermoso (CC) en la presidencia del Gobierno de Canarias, de José Segura (PSOE) en la del Cabildo y de Elfidio Alonso (CC) en la alcaldía de La Laguna, siempre se ha planteado hacer algo parecido a lo que Santa Cruz de Tenerife hizo con su Avenida Tres de Mayo o, salvando las distancias, con la Vía de Penetración por el sur, o la vía del Barranco de Santos. El reto y la asignatura pendiente en la lagunera rotonda del Padre Anchieta siempre fue (y sigue siendo) el proyecto de deprimir la Autopista del Norte (TF5) a su paso por La Laguna, desde la rotonda de la Vía de Ronda y el Puente de La Laboral, hasta el puente de San Lázaro y/o la rotonda de Aeropuerto de Los Rodeos. El hoy ex-alcalde José Alberto Díaz lo vio claro, lo hizo suyo y lo volvió a plantear al término de su mandato, pero el hombre llegó tarde. Y la asignatura sigue pendiente.
José Alberto Díaz Domínguez (CC), exalcalde de La Laguna