Comienzo con una anécdota en positivo que honra a su protagonista. El pasado sábado, en la terminal T4 del aeropuerto internacional Adolfo Suárez – Madrid Barajas, algunos ciudadanos se percataron y se sorprendieron al ver que el también ciudadano Fernando Clavijo Batlle, a la sazón presidente actual del Gobierno de Canarias, no solo iba en Clase Turista, sino que hacía la cola para entrar al avión, como cualquier hijo de vecino. Tanto se sorprendieron que incluso le comentaron qué, dada su condición de presidente, por qué al menos no se identificaba y entraba con la prioridad de los que cuentan con la tarjeta Iberia Plus Plata (que por el número de trayectos) debe tener ya Fernando Clavijo. Lo cierto y verdad es que nuestro presidente les respondió que él iba a la fila 15 y que ni de coña se saltaba la cola, que no quería que nadie le echara en cara lo de una posible coladera, y que él la hacía tranquilito. En comparación con lo que hacen otros políticos, todo un ejemplo que honra a Fernando Clavijo. Aunque sea un simple gesto, es todo un detalle que se reconoce y que, en estos complicados tiempos, el pueblo llano agradece.
Fernando Clavijo Batlle, un presidente de gobierno que actúa como un ciudadano más.