José Carlos Marrero González

La inversión publicitaria en medios de comunicación, por ejemplo, hace que los propios medios sepan muchas cosas. Y en esta ocasión, como en muchas otras, no es conveniente escupir para arriba. Es tan cierto que hay muy buenos profesionales trabajando en la Sociedad de Desarrollo, como que la misma precisa de una reorganización y control de gastos que la haga más eficiente y efectiva. Y en esa tarea está Alfonso Cabello con el total respaldo del alcalde chicharrero, José Manuel Bermúdez. Creo que el hombre, que se acaba de estrenar como concejal, se merece (como todo el mundo) que se le de un voto de confianza y habrá que darle tiempo para que demuestre que lo que está haciendo es lo correcto.

José Manuel Bermúdez y, justo detrás de él, su concejal Alfonso Cabello Mesa

Paralela al carnaval, una tradición de más de treinta años se ha vuelto a cumplir. Y por ello me encanta terminar de nuevo en positivo y dando cuenta de que, un año más, la Peña «Andaluza-Lagunera» (aunque ya son casi más los laguneros que los andaluces) ha cumplido con su tradicional cita del último domingo de enero… Ya he contado que en la lagunera plaza del Doctor Olivera había una hoy recordada tienda denominada «La Recovita», que regentaba María Candelaria Mascareño (Yaya, para los amigos) con la ayuda de su esposo, el bueno de Marcos Abel Afonso, cuando salía de su trabajo principal en el molino de gofio de «Los Gatos», en la calle de San Juan… Hace un buen puñado de años, allá por 1983, se realizó en «La Recovita» el sorteo de las verduras necesarias para la elaboración de un gran «puchero canario»…

Foto de familia de parte de la Peña Andaluza-Lagunera, tras entregar el donativo de este año.

El ganador de los preciados ingredientes, Manuel González Llanos, fue un suministrador de material fotográfico residente en el Puerto de la Cruz, quien prefirió dejar el premio al popular y respetado fotógrafo Antonio García Rueda, el hoy jubilado maestro de Foto Rueda, malagueño de nacimiento y lagunero de adopción, para que lo llevara como donación al Asilo de Ancianos… Muchos andaluces amigos de Antonio Rueda añadieron productos al lote inicial, con especial mención al aceite de oliva, muy andaluz y no perecedero, por lo que cada año la cantidad ha ido creciendo tanto como su generosidad. Antonio Rueda, quien fuera durante muchos años gran fotógrafo para el periódico EL DÍA, y su inseparable esposa Antonia, creo que tienen un mérito especial porque (sin menospreciar al resto) ellos dos no paran de animar a unos y otros para que la tradición no decaiga y que el donativo llegue cada año. Antonia y Antonio son unos auténticos puntales y, si me lo permiten, este año deseo “cargar las tintas” en un reconocimiento y homenaje a ellos dos, que son la discreción en la caridad personificada.

Antonio Rueda con la superiora del Asilo de La Laguna, Sor María de la Cruz Rey.