Hay que recordar que, en la realidad, la orca Morgan llegó a Tenerife atendiendo al ruego de las autoridades del Gobierno de Holanda, que solicitaron a Wolfgang Kiessling que fuera acogida y cuidada en Loro Parque porque, de ser devuelta al mar, moriría con toda seguridad. Así fue acogida y hoy sigue viviendo feliz. Puedo decirles que, al final del cortometraje, unos créditos recuerdan textualmente que “en julio de 2017 y después de varios análisis realizados por científicos, concluyeron que Morgan era sorda. Gracias al lenguaje de signos creado por sus cuidadores en Loro Parque, Morgan, aun siendo sorda, puede participar en todas las actividades de Orca Ocean, donde ha tenido una segunda oportunidad en su vida”. Y termina recordando que “en septiembre de 2018, Morgan fue madre por primera vez”. Es importante, justo y necesario, decirles que la película “Morgan, la orca valiente” ha sido seleccionada y nominada para los premios del importante y prestigioso Festival Iberoamericano de Cortometrajes ABC (FIBABC) en su edición 2020, cuya fase de votaciones populares ya ha concluido. Esperemos que haya suerte, que sea premiada, y que, ojalá, muy pronto, se convierta en un largometraje de éxito.
Morgan ya viviendo feliz en Loro Parque, al lado de una de sus cuidadoras.