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Si comencé El Cotarro de hoy recordando que esta pasada semana tendríamos que haber estado de “Bajada de la Virgen”, en La Palma, hoy, paralela y simultáneamente, deberíamos haber estado acompañando a la Virgen de las Nieves en su camino hacia Santa Cruz de La Palma, y al labrador San Benito Abad, en su regional romería lagunera. Pero, como ya dije, nos tendremos que conformar con el ambiente lagunero de balcones engalanados y, en mi caso, con el conejo en salmorejo elaborado por mi prima Ana Delia Marrero. Deseemos y esperemos que, si Dios quiere, muy pronto esta puñetera pandemia sea una triste pesadilla, y volvamos juntos, con salud, a disfrutar sanamente de nuestra costumbres y tradiciones festivas. Amén

Balcón lagunero que, ya tradicionalmente, se adorna por San Benito y por Navidad en la lagunera calle Consistorio y por el que hay que felicitar a sus propietarios.

Hay días en los que, cuando un amigo se va, quien escribe y lo que escribe se supone que debe estar impregnado de tristeza y nostalgia. En el caso de hoy, y dicho sea con total y absoluto respeto y cariño, la tristeza se convierte en agradecimiento y la nostalgia en permanente recuerdo. Hace unos días murió en Madrid una persona muy especial, Guillermo José Manuel González Regalado. Un gran amigo, canario de nacimiento, venezolano de adopción, amante de Tenerife y uno de los personajes más espectaculares (nunca mejor dicho) que he tenido el honor y el privilegio de conocer, y que todo el mundo conocía popularmente como Guillermito “Fantástico” González. Tenía 75 años y una rápida y puñetera enfermedad nos lo arrebató el pasado 30 de junio, después de casi siete meses luchando con ella desde el optimismo, como hizo con todo durante su intensa vida. En casos como éste y dentro de la lógica tristeza y el emocionado recuerdo, tengo que dar gracias a Dios por haberme permitido conocer a una persona irrepetible y aprender de él la importancia de vivir intensamente sin molestar a nadie, haciendo el bien y disfrutando de la vida siempre con una sonrisa. Descansa en paz, amigo.

Guillermo “Fantástico” González: “No me recuerdes con tristeza, que nunca fui amigo de ella. Fui siempre el alma de la fiesta, porque de fiesta siempre estará mi alma”.

Podría escribir mucho y todo bueno sobre Guillemito Fantástico, pero sería una osadía hacerlo tras lo que ya ha escrito el periodista José Moreno, mi también gran amigo y compañero. Pepe Moreno ha tributado un magnífico homenaje de recuerdo a Guillermo Fantástico en su sección semanal “El Monólogo”, que cada sábado publica en la plataforma Canarias en Positivo. Esta vez lo ha hecho con un artículo que ha publicado con el curioso título de “Rolo e’vivo, ha muerto” que pueden leer directamente pinchando en el siguiente enlace: https://canariasenpositivo.com/el-monologo-rolo-evivo-ha-muerto/  Hace muy poco, concretamente el pasado mes de febrero, Pepe y yo, junto con nuestras esposas, tuvimos la oportunidad de compartir una agradable velada con Guillermito Fantástico y su compañera Gloria en Madrid. No esperábamos ni intuimos que sería la última vez que compartiríamos su permanente sentido del humor y visionaria manera de ver y entender este mundo que nos ha tocado vivir. Desde aquí mi mensaje de condolencia y afecto a su hija, Bader Guillermina, y a su fiel y leal compañera, Gloria Valderrama, que de forma ejemplar le acompañó y cuidó hasta su partida. Como homenaje de recuerdo les dejo una de las fotos que aquella noche madrileña nos sacamos con Guillermito, siempre risueño y optimista.

Nuestra última foto él, tras una cena en Madrid (con la Puerta de Alcalá, al fondo) el pasado mes de febrero. De izquierda a derecha: Un siempre risueño y optimista Guillermo Fantástico, Pepe Moreno, José Carlos Marrero, Mary Nieves (esposa de José Carlos), Camir (esposa de Pepe) y Gloria Valderrama (leal compañera de Guillermito hasta su partida). Esta foto quedará ya para siempre en nuestro recuerdo.

Avancé en la pasada edición de El Cotarro la noticia (creo que en primicia) de que, finalmente, el Tribunal Supremo había dictado sentencia en favor del Real Casino de Tenerife. Una sentencia que había recibido con lógica satisfacción el presidente actual de la sociedad, Miguel Cabrera Pérez-Camacho y su junta directiva y por la cual, los arrendatarios del local donde se ubica desde hace años el veterano Bar Atlántico, con su popular terraza exterior, deberán devolver el local a la propietaria del mismo, la emblemática sociedad tinerfeña. Faltó decir, porque es de justicia, que el pleito que ahora ha resuelto el Supremo partió del año 2015, siendo presidente de la sociedad el oftalmólogo José Alberto Muiños Gómez-Camacho. El Real Casino de Tenerife se fundó el año 1840 (está cumpliendo ¡180 años¡) y el local de la planta baja se arrendó por primera vez en 1935, para más tarde, desde 1948 quedar alquilado a la Familia Coll.

José Alberto Muiños Gómez-Camacho, expresidente del Real Casino de Tenerife