Con el lema “en brega por nuestra cultura” y bajo el título “Entre molinos. Patrimonio, Memoria y Tradición 2017”, más de 200 figurantes absolutamente implicados y metidos en sus respectivos papeles, hicieron las delicias, enseñaron cosas magníficas y hasta hicieron soltar más de una lágrima a las más de 25.000 personas que visitaron la muestra y que, como me sucedió a mí, quedaron encantadas. Describir lo que allí sucedió en unas líneas es imposible. Ya Chuchi y su gente lo hicieron muy bien el año 2013 y todos reconocen que este 2017 lo han bordado. Quizá no pueda hacerse todos los años, pero, con mi reiterada felicitación, va el deseo de que la muestra tenga, al menos, carácter bienal y cuente con el total apoyo institucional, empresarial y por parte de la ciudadanía.
La antigua venta, con el libro para “los fiados” sobre el mostrador