Mes: diciembre 2020

Originalmente, José Fernando Cabrera comenzó como ingeniero industrial y, casi con toda seguridad, ese origen tiene mucho que ver con que el nuevo Royal River sea un hotel totalmente sostenible, con “huella de carbono cero” gracias a la utilización exclusiva de energías renovables. El nuevo establecimiento de José Fernando ofrecerá una espectacular colección de 50 lujosas villas con piscina privada, rodeadas por dos ríos de 80 metros, con unas vistas privilegiadas. José Fernando Cabrera ha explicado que el hotel cuenta con una decoración muy exclusiva (ahí estoy seguro que ha influido su esposa, Maña Losada, una gran decoradora) que es una de las características que definen los hoteles del Grupo Golf Resort, con la particularidad de que las 50 estancias son todas diferentes, además de disponer de zonas de uso exclusivo para adultos. Están las Lagoon Villas, con ambientación africana y que une un gran lago, que recuerda a un atolón de la Polinesia, y las River Villas, cuyas piscinas privadas se conectan con los dos ríos de 80 metros. Toda una maravilla.

Panorámica de las villas en el lago del Royal River Luxury Hotel, que abre el día 18

Hoy en días no se concibe un establecimiento de esta categoría sin el acompañamiento de una oferta gastronómica del máximo nivel. Y en eso, tanto José Fernando, como sus dos hijos, Javier y Carlos Cabrera Losada son unos jóvenes, pero ya muy experimentados empresarios del sector. Por ello, el Royal River Luxury Hotel busca ser un referente para la gastronomía de la isla, con cuatro restaurantes comandados por el chef Íñigo Almenara, ganador de grandes premios de cocineros en España: el restaurante Flamingo, un moderno gastro-brasserie francés; el Kokoro, de cocina asiática; el Pineapple, buffet restaurante donde se servirá el desayuno; y The Top, un restaurante mirador con unas increíbles vistas panorámicas a la piscina infinity, que destaca por una cocina cuidada, sencilla y elegante donde el producto es la estrella. Toda una exquisitez.

Panorámica del restaurante Flamingo, en el Royal River Luxury Hotel de Costa Adeje.

Está claro que esto, en los tiempos que corren, solo se hace con mucha fe, garra y tesón. José Fernando Cabrera fue presidente de ASHOTEL y cofundador y presidente del Foro de Amigos del Sur de Tenerife (FAST) por lo que, seguro, fruto de toda esa trayectoria vital, profesional y empresarial, llega ahora esta maravilla. Una inversión millonaria que generará unos 75 nuevos puestos de trabajo, que también hay que agradecer. José Fernando Cabrera ha tenido la visión de invertir y asumir el riesgo económico que supone esta apuesta por el turismo de calidad en estos complicados momentos, se encuentra ilusionado y esperanzado con las medidas que el Gobierno de Canarias va a tomar con la implantación de los test de antígenos a los turistas que lleguen a las islas y se muestra confiado en que las reservas sigan incrementándose. Hay que reconocer públicamente a José Fernando Cabrera por su decidida apuesta y desearte toda la suerte del mundo. Él y toda su familia se lo merecen.

Una impresionante habitación de una de las villas del Royal River Luxury Hotel

Ahora, una primicia casi exclusiva, que les ofrezco gracias a la gentileza de uno de los mejores pilotos tinerfeños que conozco, el comandante José Guillermo Hernández, un tiaco profesional como él solo que actualmente vuela en la flota de los Boeing 787 “Dreamliner”, de la prestigiosa compañía Air Europa. A partir de la información recopilada y facilitada por el comandante Guillermo Hernández (como se le conoce cariñosamente en el mundo de la aviación) he tenido conocimiento de una curiosa noticia que, en sí misma, creo que es toda una hazaña apasionante y un espectacular reto que, en este caso, además, ha tenido como coprotagonista, a nuestro aeropuerto intercontinental Reina Sofía-Tenerife Sur (TFS). Y es que, el pasado jueves (día 10), un pequeño avión monomotor de hélice, se posó en la pista 07 del aeropuerto TFS. El modelo en cuestión era una Cessna 208B Gran Caravan EX. Un diseño relativamente pequeño, pero con grandes prestaciones y con todos los automatismos que porta cualquier jet actual, como para poder cruzar (como lo hizo) el océano Atlántico, él solito.

El comandante Guillermo Hernández, a los mandos de un Airbus A330/300 precisamente cruzando el Atlántico con una aurora boreal al fondo de Air Europa