Efectivamente, otra buena noticia estaba sobrevolando el que está considerado por el portal Tryp-Advisor como el “Mejor zoológico del mundo”. Una feliz noticia que tenía (y tiene) contentos y esperanzados a todos los profesionales del Loro Parque (me refiero a los que, a día de hoy, han tenido acceso a ella). Y es que la cosa se está llevando con tanta discreción que me costó enterarme de lo que “misteriosamente” estaba pasando. Hablé con el propio Wolfgang Kiessling quien no me dijo nada, pero sonrió socarronamente. Lo intenté con Susanne Leitinger, la secretaria del propio Kiessling, pero nada de nada… Luego pregunté también a Natalya Romanskho, la eficiente directora de Comunicación e Imagen de Loro Parque, que fue como una tumba… Pero las sonrisas cómplices eran evidentes. Me tuve que emplear a fondo y, dos o tres días más tarde, gracias a la persona menos esperada, pude intuir lo que podría estar pasando y… llamé para confirmarlo.
Morgan no habría sobrevivido si no hubiera sido acogida por el equipo de profesionales de Loro Parque.