El personal pensó que la cosa había cambiado con la llegada de la nueva Corporación y que el alcalde Luis Yeray (PSOE) y el nuevo concejal de Urbanismo, Santiago Pérez (Avante) entendían que el proyecto de la Esclavitud se ajusta a Derecho y que, al ser un “acto reglado” ya en curso, la valla se había puesto, para comenzar su construcción. Nada tenía que ver una cosa con la otra. Es verdad que allí está prevista la construcción del velatorio, que servirá para dar un necesario servicio a la ciudadanía lagunera y, de paso, recabar fondos para las obras sociales que desarrolla la propia asociación religiosa, que preside como Esclavo Mayor, el abogado Francisco Doblas González de Aledo. La valla no iba de eso, pero dio pie para una nueva coña de rumor lagunero.
La valla puesta por orden de la Esclavitud, protege la seguridad de los usuarios de la lagunera Plaza del Cristo.