INSULTO A LOS CANARIOS Y A LA CANARIEDAD

Pero no crean que son solo los políticos de nuestro Gobierno Autonómico los que, de una u otra manera están quedando en entredicho. Los diputados y senadores de Canarias en las Cortes Generales (Congreso y Senado) de todos los partidos (remarco lo de “todos” los partidos) están quedando (con perdón) “con el culo al aire” y en este caso, muy especialmente, el diputado por Gran Canaria, Pedro Quevedo (Nueva Canarias), que, junto con Román Rodríguez, parece que están presos de un pacto de gobierno regional que les permite olvidarse de sus principios políticos, éticos y morales, para ser cómplices (por omisión) de una tragedia humanitaria y una nefasta política de actuación frente al fenómeno de la inmigración machacando a Canarias. Allá también queda Ana María Oramas (CC) que hace y dice todo lo que puede, aunque últimamente parece más quemada que la pipa de un indio, entre otras cosas por las criticas que recibe de los suyos. Todos, también los diputados y senadores del PSOE, del PP y de Podemos, de alguna manera u otra, por acción u omisión, están haciendo el ridículo permitiendo que se insulte a los canarios y a la canariedad. ¿Le harían todo esto a vascos, catalanes y gallegos?… Recuerden que el que siembra vientos… ya se sabe.

Pedro Quevedo (NC) y Ana Oramas (CC)… ¿Qué pasaría si en vez de ser dos y de partidos distintos, fueran cinco y de una sola formación política regionalista canaria?

SIETE CÁRCELES TURÍSTICAS PARA LA CONTENCIÓN

Siguiendo para abajo, los siete presidentes de nuestros cabildos se encuentran también atónitos, desbordados y desamparados, pero, lo que para mi es más grave, aparentemente condenados a tragarse el marrón y hasta callarse por una mal entendida “obediencia” debida a sus “superiores”. De los pocos que ha salido estos días, hablando a las claras, ha sido el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales Méndez (qué ya responde más a sí mismo que a Nueva Canarias) con varios contundentes artículos. Uno hace semanas que tituló “Políticas migratorias que generan odio” y otro esta pasada semana que tituló “Ya está bien. Una irresponsable política migratoria”. Búsquenlo en internet, porque no tiene desperdicio. En uno de sus párrafos, Antonio Morales manifiesta que “los hechos están generando alarma y miedo. También estamos asistiendo al surgimiento de todo tipo de iniciativas y mensajes xenófobos y racistas”. Me quedo con otro párrafo donde dice: Han convertido a Gran Canaria en una cárcel y ahora en una cárcel sin medios ni vigilancia. Los migrantes que son puestos en libertad, tras pasar las 72 horas retenidos, son abandonados”. Esta claro que a Europa (España peninsular incluida) no le interesa que los inmigrantes pisen territorio continental. Prefieren que islas como Lampedusa, Lesbos, o ahora las Islas Canarias, actúen como vergonzoso muro de contención y campos de concentración. La próxima “cárcel” va a ser Tenerife y, más concretamente La Laguna. Y muchos políticos mandados a callar, se «medio quejan» con la «boca chica» o, directamente… agachan la cabeza y callan. Y así nos va.

Antonio Morales Méndez, presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria. De los pocos que parece que tiene claro que esta política de inmigración es nefasta.

NO SOMOS PLEBEYOS, NI XENÓFOBOS, NI RACISTAS

Partidos, organizaciones no gubernamentales y otros grupos, intentan “desviar el tiro” arropándose (creo que equivocadamente) en la palabra acogimiento y/o solidaridad mal entendida. Los canarios hemos sido emigrantes en muchas épocas y de eso (de lo que supone, de lo triste y doloroso que es) sabemos mucho en nuestras propias carnes familiares. Por eso hay que decirle al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez (PSOE) a su vicepresidente y ministro de Derechos Sociales (tócate los timbales) Pablo Iglesias (Podemos), a su (para mi impresentable) ministro de Inclusión Social y Migraciones José Luis Escrivá, al ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, sin olvidar a nuestra paisana Carolina Darias(antes ministra de Política Territorial y ahora de Sanidad) que los canarios no somos racistas, ni xenófobos, ni insolidarios, ni mala gente… Pero que tampoco somos españoles de segunda o tercera, no somos plebeyos, no somos tontos. Somos inteligentes y tenemos mucha memoria. Recuerden que todos ellos desde allá (y también los nuestros desde aquí) con lo de la triste y lamentable problemática de la inmigración, queriendo o sin querer, repito que, por acción u omisión, están armando (si no está ya armada) una peligrosa y devastadora “bomba de relojería” que, de estallar, les/nos va afectar a todos… para peor. Y con el Turismo de testigo.

Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez. En esta foto ya sobra Salvador Illa y falta Miquel Iceta.

SUMEN, RESTEN Y BUSQUEN A LOS 13.000 QUE FALTAN

Termino esta reflexión dejando por escrito (una vez más) lo que todos ellos ya saben de sobra. Según lo informado nuestra Televisión Autonómica el pasado viernes, el año pasado entraron en nuestras islas 24.892 inmigrantes. Parece que 7.500 están alojados en hoteles del sur (sobre todo de Gran Canaria), 2.500 están en campamentos habilitados, 2.035 los hemos derivado a la península, 550 han sido supuestamente repatriados a sus países de origen (ven la proporción), y unos 4.300 parece que deambulan a su bola por nuestras islas. Si suman y restan, tendrán que preguntarse… ¿Dónde están los 13.000 que faltan? Dicen que algunos lograron conseguir un pasaporte, coger un avión, plantarse en la península y, desde allí, buscarse la vida no se sabe dónde. Esta es la realidad a la que se tiene que enfrentar nuestro presidente canario Ángel Víctor Torres y todo su Gobierno, al margen y por encima de que sea socialista y su coalición de gobierno esté conformada igual que la de La Moncloa.

Inmigrantes deambulando a su bola por las calles de la isla hermana de Gran Canaria