SIETE CÁRCELES TURÍSTICAS PARA LA CONTENCIÓN

Siguiendo para abajo, los siete presidentes de nuestros cabildos se encuentran también atónitos, desbordados y desamparados, pero, lo que para mi es más grave, aparentemente condenados a tragarse el marrón y hasta callarse por una mal entendida “obediencia” debida a sus “superiores”. De los pocos que ha salido estos días, hablando a las claras, ha sido el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales Méndez (qué ya responde más a sí mismo que a Nueva Canarias) con varios contundentes artículos. Uno hace semanas que tituló “Políticas migratorias que generan odio” y otro esta pasada semana que tituló “Ya está bien. Una irresponsable política migratoria”. Búsquenlo en internet, porque no tiene desperdicio. En uno de sus párrafos, Antonio Morales manifiesta que “los hechos están generando alarma y miedo. También estamos asistiendo al surgimiento de todo tipo de iniciativas y mensajes xenófobos y racistas”. Me quedo con otro párrafo donde dice: Han convertido a Gran Canaria en una cárcel y ahora en una cárcel sin medios ni vigilancia. Los migrantes que son puestos en libertad, tras pasar las 72 horas retenidos, son abandonados”. Esta claro que a Europa (España peninsular incluida) no le interesa que los inmigrantes pisen territorio continental. Prefieren que islas como Lampedusa, Lesbos, o ahora las Islas Canarias, actúen como vergonzoso muro de contención y campos de concentración. La próxima “cárcel” va a ser Tenerife y, más concretamente La Laguna. Y muchos políticos mandados a callar, se «medio quejan» con la «boca chica» o, directamente… agachan la cabeza y callan. Y así nos va.

Antonio Morales Méndez, presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria. De los pocos que parece que tiene claro que esta política de inmigración es nefasta.

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