HOTELES SOLIDARIOS DE EL CORTE INGLÉS

En estos momentos saltan informaciones que, sin ser secretas, habían pasado desapercibidas. Resulta que el Ayre Gran Hotel Colón de Madrid, el primer hotel medicalizado de España, es propiedad del grupo empresarial El Corte Inglés, conjuntamente con el Palladium Hotel Group, que preside Abel Matutes Prats. El espacio ha sido transformado en una unidad de apoyo al Hospital Gregorio Marañón, Hospital Universitario Infanta Leonor y Hospital Universitario de La Princesa para aliviar su presión asistencial. El consejero delegado de Palladium Hotel Group, Jesús Sobrino, ha confirmado que, con el ofrecimiento de su grupo junto con El Corte Inglés, el Ayre Gran Hotel Colón recibirá a pacientes con coronavirus, y que el establecimiento pondrá a disposición de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid “365 habitaciones más para ganar la guerra”. El Corte Inglés, pues, no es solo alimentación, moda, electrónica y viajes.

Fachada del Ayre Gran Hotel Colón, en Madrid, copropiedad del grupo El Corte Inglés

EL GRAN DETALLE DE NUESTRO HOTEL TIGAIGA

Especial mención merece nuestro veterano, emblemático y querido Gran Hotel Tigaiga, en el Parque Taoro del Puerto de la Cruz (Tenerife) construido en 1959 por Enrique Talg Shulz, junto a su hijo, Enrique Tal Wyss. Desde 1924 a 2006 el querido y recordado Enrique Talg Wyss se convirtió en un empresario ejemplar y en “la luz que va delante” para enseñar por dónde tenía que ir el turismo de calidad y de élite en Tenerife y Canarias. Ahora, sus hijos, Úrsula, Irene y Enrique Talg (III) mantienen la llama de su padre y siguen regentando un hotel muy especial y querido que ayer, lamentablemente, cerró sus puertas momentáneamente (esperemos que sea por muy poco tiempo) por culpa del coronavirus.

En la foto de la izquierda, el recordado Enrique Talg Wyss. En la foto de la derecha su hijo, Enrique Talg (III), en el centro, junto a sus hermanas, Irene (I) y Úrsula (d)

LA EMOCIÓN CONTENIDA DE ENRIQUE TALG

Lo pudimos ver en Antena 3 Televisión y a nivel nacional. El propio Enrique Talg, como uno más del equipo de profesionales del Tigaiga, ayudaba a limpiar las cocinas y recoger todos los alimentos en stock y sobrante junto con sus trabajadores (que son parte de la familia del Tigaiga). De común acuerdo decidieron repartir la mitad de los alimentos entre los propios trabajadores que se han ido temporalmente al paro, y la otra mitad repartirlo entre los centros de mayores necesitados del Puerto de la Cruz. La periodista de Antena 3 TV quiso que Enrique Talg le explicara lo acordado, pero un emotivo Enrique no pudo contener las lágrimas en tan difícil momento para él y toda la gran familia de profesionales del Tigaiga. Se dio media vuelta y no quiso llorar ante las cámaras. Todos sus trabajadores aplaudieron y, en el exterior del Tigaiga se sacaron la foto que les pongo y en la que se ve el mensaje

Imagen sacada de las noticias de Antena 3 TV. Los profesionales del hotel Tigaiga se sacan una foto antes de irse del hotel con el mensaje “¡Resistiremos!

EL CRISTO DE LA LAGUNA ENTRA EN TU CASA

La otra cara de esta realidad que estamos viviendo, pasa por el aspecto trascendente de la vida y tiene que ver con nuestras mayores, menores o nulas creencias religiosas (que aquí respetamos todo). Para las personas que sí son creyentes (sean más o menos practicantes) y que tienen especial devoción al Santísimo Cristo de La Laguna, sepan que su Pontificia, Real y Venerable Esclavitud, que preside como esclavo mayor el abogado Francisco Javier Doblas González de Aledo, ha tenido dos magníficas ideas que han transformado en dos felices iniciativas para que el venerado Cristo entre virtualmente en nuestras casas. En las casas de quien lo desee, claro. Por un lado, todos los días, cada mañana a las 8:30 horas, se transmite la celebración de la Eucaristía en vivo y en directo desde el Real Santuario y a los pies de la Sagrada Imagen del Cristo lagunero.

Actual Junta de Gobierno de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna, con su esclavo mayor, Francisco Doblas, en el centro con la vara