No puedo terminar esta última edición de El Cotarro en este puñetero año, sin recordar que el fenómeno y la problemática de la inmigración sigue estando ahí, manifestándose delante de nuestras propias narices y afectando a nuestra realidad como pueblo solidario, a nuestra problemática económica y a nuestros legítimos intereses como destino turístico. En este caso, creo que debe ser el presidente Pedro Sánchez y el Gobierno de España. Por sus hechos y los de sus ministros me cuesta poner lo de “nuestro” presidente, calificativo que dejo para Ángel Víctor Torres, aunque, me duele volverlo a decir, da la impresión de que desde Madrid lo están ninguneando y dejando a los pies de los caballos. Japón, China, Estados Unidos, y hasta Europa (incluida nuestra España) siguen con su hipocresía y cinismo habituales, ordeñando, mamando y dejando seca la ubre de África, mientras la vida de los africanos va de mal en peor. Recuerden la solución que me propuso el obispo de Mauritania, Albert Happe: “Hagan que esta gente tenga algo que perder aquí, en su propio país”… Si no lo hacemos ya, los CIEs de Canarias, el rehabilitado cuartel de Las Mercedes, otros que puedan rehabilitar y muchos hoteles canarios, se quedarán chicos para albergar a cientos (por no decir miles) de inmigrantes que seguirán llegando y que no serán derivados a otras “solidarias” comunidades de España. Y la problemática en forma de globo seguirá hinchándose más y más… hasta que reviente.
La inmigración en Canarias sigue mezclándose con la difícil situación de la población local y con la problemática del Turismo, en un complejo cóctel que puede derivar en…