Es una frase hecha, pero, dicha con todo respeto y en positivo, puede servir para poner en valor iniciativas que, en momentos complejos y difíciles como el que estamos viviendo, sirven para mantener la fe y la esperanza en el futuro. Lo digo porque, gente entusiasta y emprendedora como Bernardo García en el sector primario de la agricultura y con la pitaya como emblema, o bien Fernando Cruz en el sector de servicios con el arte y la música por bandera. Dos tinerfeños que son ejemplo de iniciativas con entusiasmo y emprendeduría en tiempos de pandemia. Además, con imaginación y respeto en cada uno de sus sectores. Bernardo García con “Ínsula Dragonaria” y Fernando Cruz con su “Almacén del Arte”, popularmente conocido ya en el mundillo de la cultura y la música como “ADA”. Merece la pena contarlo y probarlo o vivirlo. Y lo dicho, con permiso del maldito coronavirus, no hay mal que por bien no venga.
Plantaciones de Pitaya, en los invernaderos que Pitaber Canarias tiene en Arico.