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Tras una larga y exitosa carrera profesional, Antonio Cañamero Redondo se jubiló hace unos años con el grado de coronel y, hace unos días, con casi todos los miembros de su promoción, renovaron su juramento a la bandera en la propia Academia General Militar y celebraron juntos sus “Bodas de Oro”. Como el amigo Cañamero está un poco fastidiado del corazón, tras besar la Bandera le recomendaron que viera el desfile desde la grada y así lo hizo en compañía de sus familiares. Por ello hemos podido conseguir una instantánea fotográfica como la que, gracias a la complicidad de un familiar, ha llegado a mis manos y les ofrezco en exclusiva. Pueden apreciar a nuestro Antonio Cañamero en perfecto estado de saludo y junto a él su nieto, Teo Cañamero Hidalgo, que no se queda atrás a la hora de saludar a la Bandera. Estarán de acuerdo conmigo que la foto no tiene desperdicio y que, sin duda, confirma que en la Guardia Civil sigue habiendo cantera, ya no solo entre los “hijos del Cuerpo” sino, por lo que se ve, entre los “nietos del Cuerpo”. Felicidades a Antonio Cañamero, a su nieto Teo y a toda la Guardia Civil, en el día de su patrona.

Antonio Cañamero y su nieto, Teo Cañamero Hidalgo, en el primer tiempo de saludo.

A mediados de los años 50, una inteligente y encantadora mujer, María Angustias Ibarra y Jiménez de la Serna, marquesa de Ibarra, conoció y se enamoró en Madrid de un gran tinerfeño (lagunero para más señas) Diego Benítez de Lugo y Ascanio, marqués de Celada. Cuando María Angustias conoció Tenerife y entre otros lugares, visitó el Puerto de la Cruz, vio cómo los pocos turistas que estaban por allí, pernoctaban en el suelo y al aire libre. Cuando la mayoría de los tinerfeños veía solamente riqueza y futuro en el plátano, María de las Angustias vio el futuro en el sector del Turismo y, junto con su esposo, se empeñó en promover uno de los primeros hoteles que se construyeron en primera línea de la costa portuense. Gracias a su iniciativa y decidida apuesta, el 8 de agosto de 1960 de inauguró el veterano y emblemático Hotel ValleMar. Durante los últimos tres años, María de las Angustias y su familia, a través de la empresa Altalay 7, ha invertido más de nueve millones de euros en la remodelación, modernización y mejora del ValleMar, en lo que, sin duda, supone una renovada apuesta de María de las Angustias y sus hijas, que hay que reconocer y valorar y que merece un agradecimiento público.

Doña María de las Angustias Ibarra Jiménez de la Serna, marquesa de Ibarra.

El pasado miércoles, el director general de Altalay 7 y del hotel ValleMar, José Luis García Ruiz, presentó las obras de remodelación en nombre de María de las Angustias, en un acto que presidió Fernando Clavijo Batlle (presidente del Gobierno de Canarias) y al que asistieron, entre otras autoridades, Carlos Alonso Rodríguez (presidente del Cabildo de Tenerife), Lope Afonso Hernández (Alcalde del Puerto de la Cruz) y Rosario Cabrera Guelmes, (subdelegada del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife). Pero, aunque a sus casi 92 años, María de las Angustias Ibarra no pudo estar físicamente, mandó un mensaje de tan solo dos minutos y medios grabado en vídeo, que dejó boquiabiertos y de una pieza a todos los presentes. Con una lucidez de mente impresionante, una claridad de ideas verdaderamente admirable, María de las Angustias dio toda una clase magistral de cómo hay que trabajar y seguir luchando por esta tierra que siente como suya y por un sector turístico de calidad. Si lo consigo y puedo, les prometo que les transcribiré el positivo mensaje. Vale la pena que los jóvenes y no tan jóvenes lo conozcan y tomen buena nota del mismo. Entre tanto, larga vida a María de las Angustias y, como decimos aquí, ¡que nunca las mañas pierda! porque es todo un privilegio poder seguir contando con ella y su sabiduría.

Carlos Alonso, Fernando Clavijo, José Luis García y Lope Afonso escuchan impresionados el mensaje de Doña María de las Angustias

Hace ahora un par de años, se presentó en la Real Sociedad Económica de Amigos del País una moción de censura contra el que en la actualidad sigue siendo su Director, Jorge Enrique Domínguez Padrón, porque, según los que presentaron aquella iniciativa, Jorge Enrique se había “desmadrado”. No sé si los motivos para formular aquella moción eran razonables, pero lo cierto y verdad es que, quienes la presentaron, se lo montaron de pena, se politizó la cosa (creo que lamentable y equivocadamente) no midieron nada bien sus fuerzas y perdieron la moción estrepitosamente. Se quedaron con la cara hecha un poema y de rebote consolidaron en su puesto y cargo al controvertido Domínguez Padrón. Pero como todo lo que empieza se acaba, el mandato de Jorge Enrique Domínguez, para bien o para mal, tiene sus días contados como director de la RSEAP. El pasado 21 de septiembre se constituyó la Mesa Electoral que, presidida por el que fuera Rector Magnífico de la Universidad de La Laguna (ULL), José Gómez Soliño, llevará a la bicentenaria institución a una jornada electoral, a celebrar el próximo día 1 de diciembre.

Fachada de la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, en La Laguna