Día: 13 de marzo de 2016

Cuando escribo El Cotarro de este domingo (viernes por la noche), me entero de que el actor Michael Douglas está muy malito y en estado terminal, luchando en su casa de Bermudas contra un cáncer que viene padeciendo desde el año 2010. Su noticia me ha traído a la memoria las secuencias de la película “Acoso”, que protagonizó el año 1994 junto a la actriz Demi Moore. La sinopsis de la película cuenta textualmente que “Tom Sanders (Michael Douglas), un maduro y atractivo ejecutivo que trabaja en una empresa de alta tecnología, está a punto de ser ascendido. Sin embargo, en una semana crucial para su vida, verá sus aspiraciones rotas cuando, en su lugar, sea nombrada Meredith Jonson (Demi Moore), una antigua novia suya que ahora es una ambiciosa ejecutiva”. En medio de la trama, el protagonista recibe reiteradamente en su ordenador personal unos correos electrónicos con un misterioso mensaje: “Nada es lo que parece… sigue jugando”

Demi Moore y Michael Douglas, en una imagen de la película “Acoso”

Deseando lo mejor para Michael Douglas, debo decirles que la frase de la película “Acoso” me viene al pelo para continuar (sin entrar en más harina) con lo que les contaba la semana pasada sobre La Laguna. Digan lo que digan o escriban algunos, en un grupo político del ayuntamiento lagunero pasa algo parecido y se podría reiterar lo de que “nada es lo que parece…” Al término de la película “Acoso”, la realidad pone a cada uno en su sitio y Michael Douglas protagoniza una secuencia final muy gratificante, porque se premia la honestidad y el buen trabajo constante. No voy a contar nada más (por el momento) por respeto a determinadas buenas personas, pero deseo y espero que la verdad y el correcto proceder premien la lealtad, la honestidad y el buen trabajo.

Demi Moore y Michael Douglas, como en La Laguna… Juntos pero de espaldas

Esa es, sin duda, nuestra isla. Las últimas nevadas caídas sobre Tenerife han cubierto de blanco a nuestro “padre” Teide, a la vez que, paralelamente, se ha podido disfrutar de unas buenas temperaturas, contemplando desde la playa, “la rotunda poesía del padre Teide nevado” como decía el cantante Braulio en su canción titulada “Tenerife”. Esta pasada semana una turista extranjera ha captado la espectacular y bella imagen, que les reproduzco en exclusiva, desde el campo de golf de Buenavista, junto al renovado hotel que, bajo la denominación de Meliá Hacienda del Conde, explota ahora la empresa Nueva Isla Baja, que cuenta con el empresario Enrique Hernandis, como uno de sus consejeros delegados. Ha sido el propio Enrique quien me ha facilitado esta impresionante fotografía, compartiendo ilusionantes proyectos de futuro dentro del sector del Turismo en Tenerife.

Espectacular vista del padre Teide nevado, desde el campo de golf de Buenavista.

El hotel Meliá Hacienda del Conde conlleva en su nombre todo un homenaje al ilustre tinerfeño Ildefonso Salazar de Frías y del Hoyo Solórzano,el decimocuarto Conde de Siete Fuentes, último propietario de parte de los terrenos donde se ubica la instalación hotelera, antes de que en 1987, el Conde los cediera al Obispado Nivariense a cambio de una renta vitalicia. En 1996, dos años después de la muerte del Conde, los adquiere el Cabildo Insular de Tenerife bajo la presidencia de Adán Martín Menis, que emprende en ella labores de recuperación ecológica y de adecuación de instalaciones para el desarrollo de actividades de uso público. El campo de golf de Buenavista fue diseñado por el recordado Severiano “Seve” Ballesteros y, entre los reconocimientos con los que ya cuenta, destaca el Premio Madera Verde de Responsabilidad Ambiental, que le otorgó la Real Federación Española de Golf, así como la mención que en el año 2011 le hizo la prestigiosa revista Golf Journal, cuando catalogó la instalación deportiva tinerfeña como el segundo campo mejor de Europa, tanto por su diseño como por su integración con el paisaje y el medio ambiente. El campo de golf y el hotel Meliá Hacienda del Conde son dos joyitas tinerfeñas, dignas de visitar.

Panorámica nocturna del Hotel Meliá Hacienda del Conde, en Buenavista.