Se quedaron enamorados de La Laguna, donde se alojaron en el nuevo y magnífico hotel MC San Agustín; en el Teleférico del Teide, con Ignacio Sabaté al frente, les atendieron de maravilla. Quedaron impresionados de la majestuosidad de los Acantilados de Los Gigantes y de nuestras ballenas calderón en un viaje en barco a bordo del Dotsy-Too, con el capitán Victor Voribyev al timón. Y el broche de oro tuvo lugar en el Real Casino de Tenerife, que se volcó con ellos con su presidente al frente, José Alberto Muiños, y la siempre amable y diligente gerente del Real Casino, Raquel Gutiérrez Yanes, que ejerció de perfecta anfitriona. Los tejanos tienen un especial cariño a Tenerife desde que supieron que la primera ciudad de su estado, San Antonio de Texas, fue fundada por 19 familias de nuestra isla, pero ahora promocionarán Tenerife por sus paisajes, su gastronomía, sus carnavales y, sobre todo, por la hospitalidad de su buena gente. En cuidar y mimar a cada turista nos va el futuro.