32 AÑOS DE FRANCISCO HERNANDEZ “PICHOTE”

Por culpa de aquella afición al motor y al automovilismo que perdura, hoy estoy metido en tres grupos de WhatsApp relacionados con el automovilismo. En uno de ellos, denominado “Veteranos del Kiosco Numancia”, el gran piloto Francisco Guerrero, conocido popular y cariñosamente como “El Quijo”, puso hace unos días que se cumplían 33 del fallecimiento del querido y recordado Francisco Hernández Pérez, el irrepetible “Pichote”, líder del “Equipo HH” (de la empresa Hernández Hermanos) donde también estaba su hermana Hortensia Hernández también pilota y actualmente presidenta del CIT del Puerto de la Cruz. A los pocos minutos rectificó otro gran piloto, José Manuel Sarmiento, rectificaba diciendo que eran 32 años, recordando que falleció el 19 de agosto de 1988. Segundos después, el gran José Miguel Báez, también gran piloto, muchos años presidente de la Federación Tinerfeña de Automovilismo y también presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, afirmaba rematando: ¡joder, cómo pasan los años!…

El original kiosco Numancia, también llamado “Kiosco de la Gasolina”, que siempre ha sido punto de encuentro de los amantes del automovilismo en la isla de Tenerife.

UNA GRAN ANÉCDOTA DE FRANCISCO HERNÁNDEZ

En el grupo de WhatsApp también está Alfredo Medina, sin duda otro gran copiloto y en la actualidad director de Comunicación y Relaciones Externas de El Corte Inglés en Tenerife. El bueno de Alfredo me ha escrito contando una anécdota precedida por una cita del gran Gabriel García Márquez que dice: «La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla». La historia tiene como protagonistas a dos de los ya nombrados, al irrepetible y recordado Francisco Hernández “Pichote” y otro incombustible como es Francisco Guerrero “El Quijo”, que sigue dándonos guerra y ojalá que por muchos años. Pichote y Quijo, según comenta con humor Alfredo Medina, debieron ser la primera “pareja de hecho”en el automovilismo tinerfeño. Creo que dicha anécdota es digna de que la conozcan ustedes, querida y fiel audiencia de El Cotarro y, además, contada tal como la escribió Alfredo Medina, textualmente…

Francisco Hernández “Pichote” (i) y su copiloto, Francisco Guerrero “Quijo” junto a uno de los míticos Hillman IMP Fraiser

PICHOTE SE DEJÓ GANAR POR EL BIEN DE TENERIFE

En su novena edición, en 1977, el Rallye Isla de Tenerife estrenaba por primera vez categoría de prueba Internacional, como paso previo en su camino al Campeonato de España, en el que entraría por primera vez en 1979. Para dar contenido a esa categoría internacional, la Escudería Teide invitó a la pareja alemana formada por Ernest Schweitzer / Bernd Ostman, a los mandos de un Opel Kadett GT/E 2.0, vehículo muy competitivo en el Campeonato de Europa.  Sólo 41 equipos se atrevieron a tomar la salida en un rallye muy duro e interminable, como acredita que tan sólo 12 coches cruzaron la meta.  En un terreno propicio a la robustez de su mecánica, y con un elevado conocimiento del terreno, mixto de asfalto y tierra, la prueba llegaba a su fin encabezada por los tinerfeños Francisco Hernández “Pichote” y Francisco Guerrero “Quijo” con su Mitsubishi Lancer 1.6 GSR.  A falta de pocos metros para la meta, y entendiendo que lo mejor para el rallye, para la isla de Tenerife, y para su promoción turística era una victoria de la pareja alemana, el “Pichote” penalizó expresamente para ceder el triunfo a los invitados y que, de esta manera, el nombre de Tenerife resonara en Alemania y en toda Europa, a la que turísticamente nos estábamos abriendo, y que eso era bueno para su querido Puerto de La Cruz.

El “Pichote” y el “Quijo” (detrás), muy serios (cosa difícil en ellos) concentrados segundos antes de tomar la salida en un tramo cronometrado de un rallye.

LOS ALEMANES NO SALIERON DE SU ASOMBRO

Los alemanes no salían de su asombro, y no encontraron forma de agradecer tamaño gesto humano y deportivo. Curiosa y asombrosamente, el extensísimo palmarés de Francisco Hernández “Pichote”, con numerosas participaciones fuera de Tenerife como en Madeira, Gran Canaria y la península, no refleja la victoria en ningún rallye, ni uno solo, si bien triunfó en numerosas pruebas de montaña. Quizá aquel Rallye Isla de Tenerife podría haberle brindado su primera victoria en esa disciplina del automovilismo, pero Pichote prefirió dar relevancia al nombre Tenerife, antes que dar más relevancia a su palmarés. Esta anécdota demuestra, no sólo la forma de ser de Francisco Hernández, sino su amor por el automovilismo y por nuestra isla, que le llevó a un gesto de máxima generosidad, que seguro, vale más que cualquier otro triunfo.

El alemán Ernest Schweitzer, posiblemente enterándose de que acaba de ganar el Rallye Internacional Isla de Tenerife gracias a la generosidad del “Pichote”. Creo que la foto fue tomada en un “control horario” del tramo de la “Bajada de Los Loros” carretera que en aquellos momentos era aún una pista de tierra.