UN NECESARIO LLAMAMIENTO AL ENTUSIASMO

Comienzo El Cotarro de hoy deseando sinceramente y de corazón que este mes de agosto que acabamos de estrenar, traiga más salud para todos y que esta puñetera pandemia que llevamos meses viviendo por el maldito coronavirus Covid-19 comience a decaer. Deseo y espero que los que se hayan podido irse de vacaciones, las puedan disfrutar con tranquilidad saludablemente. Pero mucho más deseo y espero que la gran cantidad de canarios que están en situación de paro, puedan encontrar cuanto antes un trabajo digno, justamente remunerado y, a ser posible, estable. Hoy más que nunca hay que recordar la frase que repito siempre y que fue pronunciada por médico franco-alemán Albert Schweitzer, premio Nobel de la Paz en 1952. Él decía que “los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma”. En estos difíciles momentos, aunque quizá les cueste a muchas personas, hay que tenerla en cuenta, asimilarla con valentía y, por tanto, no perder nunca el entusiasmo.

Albert Schweitzer (1875-1965) Médico, filósofo, teólogo, misionero y músico franco-alemán

IMAGINACIÓN, ADAPTACIÓN, EMPRENDIMIENTO…

Otra frase, que también he repetido más de una vez en El Cotarro es la que pronunció en su momento el, filósofo, revolucionario, teórico político y comunista ruso Vladimir Ilyich Lenin. No voy a entrar en su pensamiento ni en sus teorías, pero el fundador del leninismo solía decir: “si no eres parte de la solución, eres parte del problema, ¡actúa!”. Sé que muchos me dirán que decir esto ahora es muy fácil, pero que la realidad es la que es y que, el futuro a corto y medio plazo, pinta pero que muy mal. Es cierto. Pero, si no le echamos la garra que los canarios hemos tenido siempre en los momentos difíciles, peor nos irá. Nuestros abuelos en la postguerra emigraron a Venezuela, Cuba e incluso más lejos. Quizá hoy emigrar sea más complejo. Pero quizá ha llegado la hora en la debamos replantearnos nuestra realidad socio-económica, nuestra situación geo-estratégica y la oportunidad, posibilidad y conveniencia de comenzar nuestra pequeña (o no tan pequeña) “revolución industrial” interna. Creo que, entre la frase de Albert Schweitzer y la de Lenin, hay que echarle capacidad de adaptación, imaginación a tope, y valentía para el emprendimiento.

Vladimir Ilyich Lenin (1870-1924) filósofo, revolucionario, teórico político y comunista ruso.

POR LA INDUSTRIA CANARIA Y LA EMPRESA FAMILIAR

Con todo mi respeto por el Turismo y el sector servicios, que ojalá se recupere pronto y sólidamente, creo que hay que pensar de forma urgente y apostar decididamente, tanto por el sector primario como por el sector industrial de Canarias, así como por los trabajadores autónomos y por la denominada empresa familiar. Tenemos que hacer realidad proyecto y volver a crear industrias y empresas, a pesar de las dificultades. Lo han hecho muchos canarios en la más o menos reciente historia y debemos aprender de ellos. Ejemplos tenemos muchos y muy buenos, pero, a modo de muestra, solo voy citar a cinco tinerfeños, que nombro por orden de veteranía: Celestino Cobiella Zaera (1906), Wolfgang Kiessling (1937), García Garzón (1937),Juan Pelayo Duque (1946) y Amid Achí Fadul (1948). Cada uno de ellos tiene una historia profesional y empresarial digna de contarse detenidamente, pero basta con decir que comenzaron de abajo y hoy (menos don Celestino Cobiella, que ya falleció) pueden ver con orgullo la realidad actual de su obra empresarial y, lo que es más gratificante, cómo, poco a poco, la han continuado y agrandado sus hijos.

Celestino Cobiella Zaera y su hijo, Pedro Luis Cobiella Suárez

DESDE ABAJO HASTA GENERAR MILES DE EMPLEOS

El recordado médico Celestino Cobiella Zaera fue, de alguna manera, el inspirador de lo que hoy es el Grupo Hospiten, con un total de 20 hospitales en Canarias, la Península y en varios países del mundo. Su estela la siguieron sus hijos Pedro Luis (hoy presidente del Grupo), Carlos, Francisco, y Rafael Cobiella Suárez (q.e.p.d.) y ya la continúan en la cúpula directiva dos de sus nietos Diana y Pedro Luis Cobiella Beauvais. Por su parte, el visionario Wolfgang Kiessling comenzó con una pequeña embajada animal de loros y guacamayos, que hoy se ha convertido en el Grupo Loro Parque, junto con el Siam Park, el acuario Poema del Mar, el hotel Botánico y el restaurante Brunelli’s. Hoy su hijo Christoph Kiessling lleva ya la vicepresidencia del grupo. El incansable Amid Achí comenzó comprando y vendiendo ropa para pagarse los estudios, y hoy es el presidente del Grupo Nº1 con más de 150 tiendas, gestionando 17 centros comerciales, y teniendo ya en su equipo directivo a sus hijas Rosset y María Achí Dumpiérrez.

Wolfgang Kiessling y Amid Achí Fadul