Me he enterado de que, en el rugby de veteranos, a los que están “mayores”, o más bien “delicados de salud”, o quizá con “falta de entrenamiento”, se les deja jugar con un pantalón de color rojo, para que el resto de jugadores sean “benévolos” con dicho jugador y se preocupen de “no darle mucha leña”… Ayer Fernando Clavijo iba a jugar (con pantalón rojo, claro) uno de los partidos del torneo con los tinerfeños XV del Bastón, pero al final no pudo ser. Fernando realizó el “saque de honor”, presidió la entrega de recuerdos con el alcalde lagunero, José Alberto Díaz y saludó a los jugadores, pero no vistió de corto con pantalón rojo. Una lástima.

El “rugbier” Fernando Clavijo realiza el “saque de honor” en el lagunero Campo de la Manzanilla, en presencia del alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz.

Una de las personas que acompañó a Fernando Clavijo dijo que, por motivos de su apretada agenda (cuasi electoral), el “presi” no podía quedarse a jugar. Pero otros comentaron que, en verdad de la buena, el presidente se “acongojó” al ver a los tremendos “lebranches” de los equipos contrarios y pensó que ya con el “machaque” de los diputados de la oposición en el Parlamento de Canarias ya tenía bastante. Lo cierto es que, en cualquier caso, el encuentro sirvió para jugar al rugby (sin presidente), degustar los productos canarios a través de la gastronomía de Tenerife y, obviamente, disfrutar del Carnaval chicharrero.

Incluso sin jugar oficialmente, Fernando Clavijo recibió “leña” y fue casi “blocado” por uno de los jugadores del Old Black Beers, popularmente “Las Vacas”, de Cantabria.

Al querido y recordado Pedro Molina Ramos (el que fuera líder del sector ganadero de Tenerife y Canarias) muchas veces le espetaban que Ricardo Melchior (el que fuera presidente del Cabildo de Tenerife) siempre le daba todo lo que pedía. El bueno de Pedro Molina (q.e.p.d.) respondía con la tranquilidad que le caracterizaba que él sólo le pedía a Ricardo lo que sabía que el presidente del Cabildo estaba en su mano y que le podía dar. Y por eso, decía, Ricardo Melchior se lo daba. Cosa parecida le sucede al trabajador alcalde de El Rosario, el incansable y desinquieto Escolástico Gil Hernández, que las sigue, las sigue, hasta que las consigue. En este caso, claro está, con el actual presidente del Cabildo, Carlos Alonso.

El bueno de Escolástico Gil Hernández, alcalde del municipio tinerfeño de El Rosario.

Y el ejemplo más claro lo hemos tenido esta pasada semana con el tan necesario, deseado y esperado proyecto de reurbanización, rehabilitación y modernización del polígono industrial San Isidro-El Chorrillo, más popularmente conocido como el polígono “La Campana”. El bueno de Escolástico ha sido un “martillo pilón” que se ha sabido rodear de un buen grupo de empresarios “clave” del propio polígono entre los que destaca Facundo García, propietario de Atlántico Autocentros (cariñosamente conocido como “El Rey del Gomático”) y Antonio “Toño” Armas, propietario de El Gusto por el Vino (y presidente de la Federación Tinerfeña de Futbolín). ¡Chiquito equipo!

Delante de una representación de los empresarios del polígono “La Campana” y de izquierda a derecha: Aurelio Abreu, Escolástico Gil (alcalde), Carlos Alonso (presidente del Cabildo), Facundo García y Efraín Medina.