Así empezó a forjarse una empresa y un espacio (creo que cultural, educativo y de ocio) que hoy en día (tras nuestro “padre” Teide) se configura como la segunda atracción más visitada de Tenerife. Con sus virtudes y sus defectos (como todos) hay que reconocer que Wolfgang Kiessling ha hecho realidad en Tenerife un centro modélico como el Loro Parque, que cada año visitan más de un millón personas, que es referencia mundial en su género y que, por encima de polémicas interesadas y en ocasiones mezquinas, está desarrollando una labor muchas veces poco conocida y, seguramente por ello, injustamente criticada. Pero no es menos cierto que el público visitante lo disfruta y lo valora hasta tal punto que la plataforma Trip Advisor lo ha calificado como el zoológico mejor de Europa y el segundo del mundo.
Panorámica aérea de las instalaciones del Loro Parque en Puerto de la Cruz (Tenerife)