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Cuando casi tenía acabado El Cotarro de hoy me entero de que, junto con Rosa, también se unen al «Club de los Pre-jubilados» otros dos grandes puntales de El Corte Inglés de Tres de Mayo, que han prestado una gran labor profesional y un servicio exquisito a la población tinerfeña durante sus últimos años de trabajo. Me refiero por un lado al gran Miguel Angel Jorge Padrón un excelente profesional y mejor persona que, tras estar un montón de años como gerente toda de la planta baja de Tres de Mayo, ascendió a las alturas (sin dejar de ser sencillo y campechano) y estos últimos meses ha ostentado el cargo de subdirector de El Corte Inglés de Tenerife, convirtiéndose en mano derecha del director, Álvaro Rojas García. Por último y no por ello menos importante, se prejubila José Antonio Mena Gallego, otra gran persona que, en este caso, ha desarrollado su labor profesional en la sección de Perfumería. A los tres, nuestra enhorabuena y a disfrutar con salud de su merecida prejubilación.

No puedo olvidarme de reconocer y valorar el tremendo detallazo que han tenido con el gran Juan Viñas Alonso, quien, primero desde su puesto de gerente de la Comisión de Fiestas y más tarde del Organismo Autónomo del Carnaval, fue durante muchos años el auténtico «motor» de nuestra fiesta carnavalera y, como muy bien dijo nuestro compañero y amigo Humberto Gonar, en las páginas de este periódico El DÍA, Juan Viñas es «uno de los padres de nuestro Carnaval». No sé si ha sido idea del mismísimo alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, o de su propia concejala de Fiestas, María Candelaria de León, pero dar al bueno de Juan Viñas el puesto de presidente del Jurado de la gran Gala de Elección de la Reina del Carnaval 2016 ha sido, para mí, todo un acierto. No he tenido ocasión de hablar con Juan y no sé si en la mesa del jurado le habrán puesto una «ñemita» (como él llama a un vasito de Johnnie Walker E.T.) durante el transcurso de la gala, pero estoy seguro que, en cualquier caso, habrá disfrutado de lo lindo y se habrá sentido como en el cielo del carnaval. Enhorabuena a Juan Viñas Alonso y junto a él, como siempre, a su inseparable Regina, esposa y compañera.

El gran Juan Viñas Alonso, sin duda uno de los padres de nuestro Carnaval

Y concluyo este casi «especial Carnaval» haciéndome eco de otra curiosa visita que, sin duda alguna, servirá para promocionar Tenerife y su fiesta nada más y nada menos que en Estados Unidos y, más concretamente en Texas. Seis jóvenes procedentes de Dallas, Colin Huffines, María M. Batista, Javier Alarcia, Ben Atkins, Sandra Sáenz, y David Finn se han quedado absolutamente maravillados de nuestro Carnaval, el cual han vivido en la calle mezclándose con nuestra gente, vestidos ellos de astronautas de la N.A.S.A. con trajes traídos desde el mismísimo Houston. Han quedado tan impresionados y encantados con Tenerife y su gente, que ya ahora en Dallas están pensando en la posibilidad de que, en un próximo futuro, ellos y sus familias y más tejanos puedan realizar viajes de turismo a nuestra isla.

De izquierda a derecha: Los tejanos María M. Batista, Javier Alarcia, David Finn, Raquel Gutiérrez Yanes (la tinerfeña gerente del Real Casino de Tenerife), Colin Huffines, Sandra Sáenz y Ben Atkins.

Se quedaron enamorados de La Laguna, donde se alojaron en el nuevo y magnífico hotel MC San Agustín; en el Teleférico del Teide, con Ignacio Sabaté al frente, les atendieron de maravilla. Quedaron impresionados de la majestuosidad de los Acantilados de Los Gigantes y de nuestras ballenas calderón en un viaje en barco a bordo del Dotsy-Too, con el capitán Victor Voribyev al timón. Y el broche de oro tuvo lugar en el Real Casino de Tenerife, que se volcó con ellos con su presidente al frente, José Alberto Muiños, y la siempre amable y diligente gerente del Real Casino, Raquel Gutiérrez Yanes, que ejerció de perfecta anfitriona. Los tejanos tienen un especial cariño a Tenerife desde que supieron que la primera ciudad de su estado, San Antonio de Texas, fue fundada por 19 familias de nuestra isla, pero ahora promocionarán Tenerife por sus paisajes, su gastronomía, sus carnavales y, sobre todo, por la hospitalidad de su buena gente. En cuidar y mimar a cada turista nos va el futuro.