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Mientras tanto, lo digo una semana más, la gran inteligencia, la sólida veteranía y la inmensa experiencia del también socialista Jerónimo Saavedra Acevedo (expresidente del Gobierno de Canarias y exministro del Gobierno Central) se siguen reflejando cada vez que es entrevistado en un periódico, una radio o una televisión. Está claro que, a estas alturas de su película vital, profesional y política, Jerónimo puede decir lo que le venga en gana y nadie va a atreverse a cuestionarle, ni reprocharle, ni castigarle por nada. Por ello va diciendo verdades como puños que, en muchos casos, están dejando en evidencia a sus propios compañeros de partido, que no terminan de plantarse ante ministros socialistas como Fernando Grande-Marlaska (Interior), José Luis Escrivá (Inclusión, Seguridad Social y Migraciones), José Luis Ábalos (Transportes y Movilidad) o Miquel Iceta (Política Territorial), sin olvidar a los de Podemos, al vicepresidente Pablo Iglesias (Derechos Sociales) y, por supuesto, frente al mismísimo presidente, Pedro Sánchez, el máximo responsable de que Canarias vuelva a sentirse más alejada, olvidada y abandonada que nunca.

Carolina con Ángel Víctor, pero con Jerónimo Saavedra siempre detrás y en lo alto

Pero esta sensación de ridículo y sometimiento, que se está transmitiendo cada vez más, no queda solo en las filas del Partido Socialista y de Podemos, aquí en nuestras islas. La sensación de estar “aguantando, callando y tragando” también se extiende a nuestra paisana socialista Carolina Darias (anteayer ministra de Política Territorial y hoy de Sanidad) que debería ser voz y conciencia directa de Canarias en el seno del Consejo de Ministros, pero que, por lo que se ve, tampoco termina de hacer nada efectivo en favor y defensa de su tierra de origen. De igual modo, tal como manifesté hace un par de semanas, el vicepresidente canario, Román Rodríguez y los cargos de Nueva Canarias, no terminan de definirse del todo, plantándose, y poniéndose en su sitio, como Dios manda (más allá de conservar un puesto en el Gobierno) para que, de forma inmediata, contundente y definitiva, se afronte en tiempo y forma la actual problemática de la inmigración en Canarias, antes de que, como dijo una vez el ministro Josep Borrell, no explote el “polvorín canario”. El ridículo deja a todos en evidencia y a los canarios con las ganas de mandarlos al… paro.

Grande-Marlaska (i) que ha terminado ninguneando a Ángel Víctor (c) y Román.

Ponerles aquí a todos, con sus nombres, apellidos y cargos, sería imposible y, además, un tremendo rollo. Pero no se olviden de que, por encima de ideologías y de partidos políticos, todos son culpables, por acción o por omisión de lo que aquí ya está pasando y, sobre todo, de lo que pueda pasar y ojalá no pase. Desde alcaldes de ayuntamientos más o menos grandes y de presidentes de cabildos de aquí y de allá, pasando por Anselmo Pestana (delegado del Gobierno), todos los miembros del Parlamento de Canarias, hasta llegar a todos y cada uno de los diputados y senadores que, representando a Canarias, están en el Congreso y en el Senado casi mudos. La frase hecha del título de este párrafo reza que “entre todos la mataron y ella sola….” Pongan ustedes la palabra o coletilla final que quieran, pero, palabrita del Niño Jesúsque, como no hagan algo inteligente, contundente, definitivo, y de forma inmediata, no les arriendo las ganancias. Y el final, tarde o temprano, deberá pasar, no lo duden, por el desmantelamiento de esos campamentos, centros de internamiento, colegios adaptados y demás centros “carcelarios” de vergüenza. Mientras tanto, en el seno de la Guardia Civil, la Policía Nacional, otros cuerpos de seguridad y más de una ONG, están “contentos”. Como decía el querido, respetado y recordado Pedro Molina: “Pónganse a trabajar por Canarias, coño… y arreglen eso por las buenas”

El general jefe de la Zona de Canarias de la Guardia Civil, Juan Miguel Arribas, junto al delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, durante la inauguración de las dependencias de la Guardia Civil en Radazul (El Rosario), en marzo de 2020.

Lo del nombramiento de Santiago Pérez como nuevo senador autonómico por Canarias en sustitución del dimitido Pedro Ramos Negrín, se está complicando y enrevesando. Conociendo las formas en las que históricamente se desenvuelve la vida en el seno del PSOE, igual la cosa acaba en nada y el “hijo pródigo” se ve de nuevo como senador y, por tanto, aforado. Pero con lo que no contaba más de uno era con la acidez y la revoltura que la noticia ha causado dentro del propio Partido Socialista. El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Blas Acosta (a lo peor por intereses propios) está que se sube por las paredes y cuestiona abiertamente el posible nombramiento. Hay quien propone que la votación para su nombramiento en el Parlamento de Canarias se realice con tres papeletas (la del sí, la del no y una en blanco), pero al parecer Santiago Pérez no está por esa labor porque no se fía de que algún parlamentario socialista “se vire” y pierda la votación, el nombramiento y el escaño. Me permito sugerir desde El Cotarro que lean el artículo publicado en el digital Tiempo de Canarias, que dirige Pedro Guerra (tiempodecanarias.com) escrito por el periodista Francisco Pomares en su sección “Crónicas canallas”,bajo el título “La memoria de Santiago Pérez”. https://tiempodecanarias.com/noticia/politica/la-memoria-de-santiago-perezUn ejercicio de memoria muy interesante y digno de leerse.

Santiago Pérez (Foto del digital Tiempo de Canarias – www.tiempodecanarias.com)