UN TINERFEÑO CON MÁS DE 25.000 HORAS DE VUELO

No todos los días un tinerfeño alcanza como comandante los mandos del avión más grande de la flota de Air Europa. Lo acaba de lograr hace unos días José Guillermo Hernández Pérez, un lagunero (de Las Canteras, para más señas) que sobre sus hombros lleva ya casi 35 años volando en los que, trabajando como comandante, ha realizado la friolera de 21.000 horas de vuelo. Hace unos días, en la cabecera de la pista 30 de Los Rodeos se dieron cita muchos amigos de José Guillermo, algunos de ellos spotters(aficionados a la fotografía aérea) para inmortalizar su primer aterrizaje a los mandos del inmenso Boeing 787-9 Dreamliner, una joya de la aviación comercial que Air Europa reserva para los comandantes más veteranos y experimentados. Ha sido la culminación (por ahora) de una larga y exitosa trayectoria profesional de altura (nunca mejor dicho) que comenzó allá por el año 1986. Su primer vuelo como alumno piloto lo realizo el 27 de octubre de 1986 con un gran instructor y comandante de la extinta Spanair, José María “Jota” Paúl Navarro. 27 años después y exactamente el mismo día, “Jota” volvía a instruirle, pero, esta vez, para volar un Airbus A330. Las vueltas de la vida.

El tinerfeño José Guillermo Hernández Pérez, ya es comandante del 787-9 Dreamliner. Foto tomada en el mismo momento en que el inspector le daba su OK.

DE LA PIPER AL GRAN BOEING 787-9 DREAMLINER

El primer avión que voló José Guillermo fue una Piper Tomahawk que pesaba 512 Kilos y el Boeing 787 Dreamliner para el que le acaban de habilitar, hace unos días, pesa 254.000 kilos. Nuestro puntal empezó en el Aeroclub de Tenerife y fue en Los Rodeos donde se soltó como piloto privado. Luego a Dallas (USA) para sacar la licencia de Piloto Comercial, de Multimotores y de Vuelo sin Visibilidad (IFR) americanas. Años después volaría muchas veces a Los Rodeos como instructor en el Boeing 737. Época donde aprendió mucho, enseñando. Época donde estuvo totalmente implicado en la operativa de Air Europa. Días muy bonitos para un piloto de vocación, como se considera José Guillermo Hernández. Diez años después de su primer vuelo y en el año 1996, siendo instructor en varias escuelas, le llamaron de Air Europa. El hombre no se lo creía y aun no se lo cree, pues fue la ilusión desde que era muy pequeñito. De hecho, en el colegio le llamaban “el avioneta”. Mucha gente le conoce por “Guille el Avioneta”.

Un joven José Guillermo junto a la Cessna 150 con la que aterrizó de emergencia en una autopista americana de noche orientado por las luces rojas de los coches.

INSPECCIÓN VOLANDO A TENERIFE Y SAO PAULO

Después de estar tres años volando como copiloto, José Guillermo Hernández fue promocionado para comandante. Cuando le llamaron para ello quiso renunciar aludiendo a que llevaba poco tiempo volando el Boeing 737 y su director de operaciones le preguntó que cuánto tiempo más necesitaba. Guillermo le dijo que un año y el instructor le respondió “Vale, tienes un mes para comenzar el curso de primer piloto”. Pronto estuvo suelto y continuó volando el Boeing 737 durante la friolera de 18 años. Luego el Airbus A330 en vuelos trasatlánticos durante unos 6 años y finalmente hace unos días ha completado de forma exitosa su habilitación como comandante para volar el moderno y espectacular y seguro Boeing 787 Dreamliner, en sus versiones 8 y 9, teniendo que pasar la inspección final volando, precisamente, a su querida isla de Tenerife y luego un ida y vuelta a Sao Paulo. A lo largo de este periplo de 34 años, que José Guillermo Hernández ha pasado volando, he acumulado unas 20.500 horas de vuelo. Pero, como muchas veces tiene que cambiar de aviones para volver a su casa, échenle en 15 años otras 3.000 horas más de vuelo como pasajero, en lo ellos llaman “ir en situación”.

José Guillermo Hernández, ha aterrizado multitud de veces en Los Rodeos, pero en esta foto está aterrizando por primera vez como comandante a los mandos del 787 Dreamliner de Air Europa, con La Laguna al fondo. Foto de Luciano De la Rosa.

JOSÉ GUILLERMO HERNÁNDEZ, YA VUELA EL 787 DREAMLINER

Llegar a esta cima profesional no ha sido nada fácil. Hay que decir que José Guillermo no suele contarlo, pero en una ocasión, durante su instrucción americana en Dallas, volando de noche con una avioneta Cessna 150, tuvo un problema de motor y se vio obligado a aterrizar de madrugada en medio de una autopista, guiándose por las luces rojas traseras de los coches. José Guillermo, junto a su esposa y sus hijas vive en Polonia desde hace años y, por el hecho de vivir “allá arriba” en Lublin debe realizar otro montón de horas de vuelo como pasajero, tanto para volar a Tenerife como a su casa de Polonia. José Guillermo tiene su base administrativa en Tenerife Norte (con una casa a la que llama “Base Tranquilidad”, su base operativa en Madrid y su casa en Lublin, Polonia, donde siempre recuerda que vive con sus princesitas. Cuando tiene pocos días libres bajo a Tenerife y cuando le salen más de 4 días libres seguidos, subo a Polonia. Es la vida y la gran trayectoria profesional de un tinerfeño, de “uno de los nuestros”, que ha triunfado en lo más alto con total merecimiento. ¡Felicidades a José Guillermo Hernández y… ¡buenos vuelos!

José Guillermo Hernández, hoy (i) y unos años antes, comenzando su trayectoria

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