AULA DE ETNOGRAFÍA “PABLO REYES”

Gracias a la implicación de Pablo Reyes y bajo su responsabilidad, creo que en estos últimos 36 años más de mil jóvenes orotavenses han salido de Tenerife para conocer nuevas tierras y vivir experiencias inolvidables. La pasada semana Pablo Reyes impartió su última clase y en ella, para no variar, invitó a Víctor, un maestro cabuquero que siguió explicando al alumnado tradiciones de aquella zona, como la forma alumbrarse con carburo. Tal ha sido la labor de Pablo Reyes que el viernes 18 de marzo, desde la planta tercera del Manuel de Falla hasta el propio Museo Pajar, un gran pasillo formado por más de 300 personas (todo el profesorado, el alumnado actual y el de varias generaciones atrás, hoy muchos de ellos padres de alumnos) dieron su “hasta siempre” a Pablo y rebautizaron su obra que, a partir de ahora, se llamará Aula de Etnografía y Museo-Pajar “Pablo Reyes Núñez” del CEO Manuel de Falla.
Los últimos diez años, además, Pablo Reyes Núñez ha compaginado su labor docente con el cargo de presidente de la Asociación de Vecinos del Casco de La Laguna (puesto que sigue ocupando) convirtiéndose, cada vez que defiende los temas vecinales del casco lagunero, en la “mosca cojonera” que, un día sí y otro también, (sobre todo en los plenos del ayuntamiento) trae por el camino de la amargura al alcalde José Alberto Díaz. Si antes que no estaba jubilado ya daba la vara a José Alberto Díaz, a partir de ahora ni te quiero contar.

FOTO 5.- Pablo Reyes Núñez y Víctor

Pablo Reyes Núñez (i) en su última clase, con el cabuquero Víctor.

UN CORREGIDO GESTO DE RESPETO

El pasado Viernes Santo, a la salida de la procesión de la cofradía del Lignum Crucis desde la Parroquia Matriz de la Concepción de La Laguna, la banda de música interpretó parte del Himno Nacional (o Marcha Real). Un mando de la Policía Local lagunera de nombre Javier (creo que sargento o subinspector), muy profesional y absolutamente respetuoso, se puso firme de forma espontánea y adoptó la posición de saludo. Por el contrario, uno de los jóvenes policías locales (no sé si procedente de la última camada salida de la extinta Academia Canaria de Seguridad) “pasaba” ampliamente del gesto. Un cofrade que salía en procesión le dijo por lo bajini que saludara y el agente extrañado le preguntó que por qué. El cofrade solo le indicó con un simple gesto que mirara al “mando” que tenía enfrente y al verlo, aunque no muy convencido, se puso también en posición de saludo. Cuando terminó el himno, el policía miró al cofrade y le dijo “Yo aquí no estoy en el Ejército”, a lo que el cofrade respondió “No es que usted sea o no militar, o que la policía no sea el Ejército, es cuestión de que usted es un agente oficial de la autoridad y, aunque sólo sea por respeto, debe saludar cuando se interpreta el himno oficial de su país”… La cosa quedó así… Una hora y poco después, en la puerta de la misma iglesia, el mismo joven policía local de La Laguna estaba junto con otros tres compañeros. A la entrada de la procesión, cuando volvió a sonar el Himno Nacional, los cuatro se pusieron en posición de firme y saludaron respetuosamente. Bien hecho. No sé qué opinará sobre esto José Jonathan Domínguez Roger, el actual concejal lagunero de Seguridad Ciudadano, máximo responsable de la Policía Local, después del señor alcalde. Amén.

FOTO 6.- Lignum Crucis saliendo

La procesión del Lignum Crucis, saliendo el pasado viernes, tras oír el Himno Nacional

ÚLTIMA HORA… PROCESIONAL

El pasado Jueves Santo, el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz Domínguez y su por el momento primer teniente de Alcalde, Javier Abreu Rodríguez, fueron a la denominada “Procesión del Encuentro”, en los barrios laguneros de la Candelaria y La Cuesta de Arguijón… Pero, según todas las fuentes consultadas…, no se encontraron.

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José Alberto (i) y Javier siguen casi sin hablarse, ni en la “Procesión del Encentro”

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