Estarán ustedes conmigo en que el personal está hasta los mismísimos timbales de la política mal entendida, de tanto chalaneo y de tanto canchanchán. Por otro lado, estarán ustedes conmigo en que, la puñetera crisis y la mencionada política de medio pelo, han hecho que el buen humor y el índice de vacilón hayan bajado de manera preocupante. Les dejo tres frases para empezar: No hay que olvidar que el gran Leonardo Da Vinci apuntó que “si es posible, se debe hacer reír hasta los muertos”, también que el escritor Herman Melville manifestó que “Yo no sé todo lo que podrá pasar, pero, sea lo que quiera, iré a ello riendo” y que hasta el mismísimo profeta Mahoma dijo que “El que hace reír a sus compañeros merece el paraíso”. Yo no sé si pisaré el paraíso, pero, por lo pronto, me conformo con que usted que lee El Cotarro, sonría un poco en esta mañana de domingo.
Retrato del gran Leonardo Da Vinci, junto a la permanente sonrisa de La Gioconda.