El presidente del Consejo Rector de Radiotelevisión Canaria, Santiago Negrín, lleva sangre gomera en sus venas y en el ADN gomero está lo de pararse a meditar, ver el caminar de la perrita y… en la bajadita te espero. Me consta que con todas las críticas (y alguna puñalada política) recibidas en los últimos tiempos, Santi Negrín estaba hasta los mismísimos timbales. Sobre todo, porque hay cosas que su esposa Flori, que es una muy buena persona (eso lo digo yo) y el resto de su familia, no se merecen tener que aguantar lo que han aguantado. A Santiago Negrín se le llenó la cachimba, entendió que tenía motivos profesionales más que suficientes para ponerse en su sitio y plantar cara y los puso sobre la mesa en sede parlamentaria (los motivos, me refiero). No se cortó ni con la consejera del PSOE en el Consejo Rector, María Lorenzo, de la que dijo “obstaculiza” la gestión del ente y falta “a su deber del secreto”. Al final, parece que, de una manera u otra, todos los grupos (hasta de algún modo el PSOE, que está entre la espada y la pared) entendieron el hartazgo de Santi Negrín y su valiente decisión.
Santiago Negrín en el atril, durante su toma de posesión. Detrás, la primera por la izquierda, María Lorenzo, actual “latigo” del presidente del Consejo Rector de RTVC.