Un tremendo gripazo me impidió hace unos días despedir como quería y me hubiese gustado a un buen amigo, magnífico médico, ejemplar político y mejor persona. Para mí (y creo que para muchos) Victoriano Ríos Pérez (Q.e.p.d.) fue y seguirá siendo un ejemplo de político que tenía a su tierra y su gente por encima de su propio partido político y de su interés personal. Recuerdo cómo en “nuestra” Punta del Hidalgo, mirando al mar desde el restaurante “La Caseta”, me contaba su idea de una Canarias unida, un partido nacionalista moderado, aglutinador de voluntades, y un consolidado grupo parlamentario canario en Madrid que recordase en el Congreso y en el Senado (sin victimismo y sin mendigar) la realidad de un territorio alejado y fragmentado. También Victoriano Ríos, creo que junto con los recordados Manuel Alemán De Armas (PSOE) y Miguel Ángel Barbuzano, sugirió la teoría de “los vasos comunicantes” para que el Gobierno de Canarias (condenado a gobernar en coaliciones) repartiese los cargos entre los partidos gobernantes y que las consejerías no fuesen compartimentos estancos del mismo “color político” desde el consejero al conserje. Desde mi personal y profundo afecto y respeto a Victoriano Ríos, a su viuda, sus hijos y a toda su gran familia, creo que el mejor homenaje a su persona y trayectoria, sería lograr (con inteligencia, humildad y generosidad) la necesaria unidad del mejor nacionalismo canario
Victoriano Ríos Pérez (Q.e.p.d.) un ejemplo de firme apuesta por una Canarias unida y por la unidad del nacionalismo canario, desde el respeto y la moderación.