Me cuentan que Alejandro Sanz probó las papas negras laguneras, debidamente arrugadas y se quedó encantado con ellas. Al final del concierto invitó a José Alberto Díaz a su camerino y le dijo que tanto le habían gustado, que guardó unas cuantas de ellas para sembrarlas en su finca de Extremadura. Por su parte, parece que el alcalde chicharrero, José Manuel Bermúdez, no se quiso quedar atrás en el tema de los regalos, rápidamente reaccionó y mandó a buscar uno. En este caso optó por un típico chuchillo canario (que, hombre, es más bien un recuerdo “canarión”) y se lo ofreció a Alejandro Sanz, para que pelara las papas negras. El cantante también se lo agradeció (como no podría ser de otra manera) pero alguien le dijo que, las papas negras tinerfeñas bien arrugadas, lo suyo es comerlas sin pelarlas. Y el cantante quedó con el corazón “partío”, contento y… con tinto.
Alejandro Sanz (i) entrando con el alcalde José Alberto Díaz, para la rueda de prensa.