El tema parte de que, por imposición de los partidos, o por elección (equivocada) de algún cabeza de lista en las pasadas elecciones, ahora el que preside la corporación (sea presidente de cabildo o alcalde de ayuntamiento) se encuentra con que, de los que llevaba en su propia lista, de verdad de verdad, se queda con una cuarta parte, que son los que valen, porque en el resto hay tremenda cantidad de totufos (palabra canaria) mediocres, torpes y hasta vagos de solemnidad… Al igual que, como también decía el recordado lagunero Juan Ríos Tejera (cariñosamente, Juanito Cabeza), hay más de uno que “mucho jabla jabla y poco jace jace”… Quizá en la actualidad habría que cambiar la frase y decirles a algunos que “mucho Facebook, mucho Twitter y poco rendimiento”, que al final es lo que se necesita. Y créanme que, tanto los alcaldes como los presidentes en esas corporaciones, así como en sus propios partidos (de uno y otro color) y hasta en los medios de comunicación, a estos personajes ya los tienen “calados” (otra expresión canaria). Pero con estos bueyes tendrán que arar hasta el 2019 y ya se sabe que, “el que nace lechón, muere cochino”.
En cada corporación habrá que arar hasta el 2019 con los “bueyes” que han sido elegidos