En este “Domingo de Piñata” carnavalera y aunque ya la Cuaresma comenzó hace cinco días, vuelvo un año más a compartir con ustedes una reflexión que espero algún día alguien la haga suya (si procede y lo cree oportuno). Igual ahora se monta con ello una polémica, pero así entramos en calorcito… Vuelvo a decirle al carnavalero alcalde José Manuel Bermúdez y a su concejala de la fiesta, Gladis de León, que las candidatas a Reina del Carnaval chicharrero vienen siendo en cada gala unas muy guapas y simpáticas arrastradoras, empujadoras, cargadoras y/o soportadoras de una mole llamada “traje o fantasía”, pero que, en verdad, son pequeñas carrozas unipersonales. Las candidatas «no se visten» con el traje, ya van vestidas (generalmente con un mini-traje o biquini de fantasía) y, cuando faltan cinco minutos para salir al escenario, se “introducen» en el verdadero, digamos “traje», que viene a ser una fantasía sobre ruedas.
Judit López recibe el cetro de Reina del Carnaval 2017, de manos de José Manuel Bermúdez