Ahora que estamos en pleno debate de si un denunciado, investigado o imputado debe dimitir o ser cesado, antes de que la Justicia actúe, tenemos un ejemplo que, al menos, debe hacer reflexionar a todo el mundo. A finales del pasado 2016, se retiraron las acusaciones contra José Eugenio de Zárate y Antonio Messía y, al no pesar ya ninguna acusación pendiente, el magistrado que presidía el tribunal, Joaquín Astor Landete, les permitió abandonar la sala junto a sus abogados, a la espera de que en la redacción de la sentencia queden absueltos. Por todo esto, hace pocos días, se celebró un almuerzo en el Real Casino de Tenerife organizado por un grupo de amigos de José Eugenio De Zárate, en el que también estuvo Antonio Messía. El motivo del almuerzo no fue otro que el de celebrar la mencionada retirada de esos cargos. Se reunieron unas 60 personas entre compañeros de colegio, de la Universidad de La Laguna, del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y del Real Club Náutico de Tenerife, así como de otras procedencias. Entre los asistentes figuraban letrados, arquitectos, médicos, funcionarios, empresarios y profesionales de reconocido prestigio.
José Eugenio De Zárate, recoge el título de “Hijo Predilecto” de Sta. Cruz de Tenerife