Tanto es así que, mientras la comitiva política desayunaba bocadillos de pata en la cafetería de Atlántico Autocentros (tan buenos como los del Bar Yazmina, en Telde) un respetado y ya veterano y querido vecino de la zona, al que todos conocen como “García”, manifestó que él había ido por allí para hablar con Fernando Clavijo y ver si el presidente del gobierno le pagaba el tubo de escape de su coche que, por culpa de unos baches, se le había quedado en el suelo.
El gran “García” esperó a Clavijo por fuera de la cafetería de Atlántico Autocentros, en el polígono “La Campana” de El Rosario, donde hay unos tremendos bocadillos de pata.