Colima está lejos de verdad. Hay que volar de Tenerife a Madrid, luego a Ciudad de México, de allí a Guadalajara y por fin a Colima con un puñado de kilómetros por carretera. El alcalde lagunero perdió unos de los vuelos y a punto estuvo de no llegar. Todo un calvario que se olvidó al oír en el acto al mariachi Vargas, uno de los mejores de México, que actuó en una plaza llena a rebosar con miles de personas que saludaron al pueblo lagunero. No me lo han asegurado, pero creo que José Alberto Díaz llegó a cantar “El Rey” poniendo como letra “no tengo la mayoría, la oposición me castiga, pero sigo siendo el rey”... Lo que sí sé es que al final de la fiesta trabó la lengua de tal manera con su colega de Colima, el regidor Héctor Insúa, que tuvo que llegar la esposa de éste para decirles que los invitados ya se querían ir a dormir y que dejaran el palique otro día. Y precisamente, el siguiente día., José Alberto Díaz habló (y gustó, me dicen) sobre el pasado presente y futuro de La Laguna y terminó en un concierto de Armando Manzanero… Y es que la vida comienza y termina en un bolero. Gracias a Ángela y… ¡viva Colima!
Los alcaldes de La Laguna y Colima, en el centro, rodeados por el Mariachi Vargas