Pedro nunca criticó ni habló mal de nadie y solo se limitaba a decir, en casos extremos, aquella famosa frase suya de “lo único que sé es que, si fuera vaca… yo no lo compraba”. Pero yo siempre compraría a Pedro y doy gracias a Dios por haberle conocido. Y a Nena, su hijo Pedro y toda su gran familia, compañeros y amigos, mi sentimiento de pesar y mi afecto. ¡Amigo Pedro, descansa en paz!