Y cuando en la Política (mal entendida) afloran las miserias humanas por las soberbias y piques de algunos, o por los intereses partidistas de otros, parece que vuelve el Cristo (con perdón) para humanizar la realidad y dejar claro que lo más importante son las personas y, sobre todo, las educadas. Digo esto porque, cuando los partidos canarios de siempre (CC, PP y PSOE) siguen enfrascados en el reparto (parece que momentáneamente paralizado) de puestos en la ZEC, el Consejo Consultivo, en las presidencias de las autoridades portuarias y no sé qué más poltronas o echaderos, dos personas se abrazan por encima de ello. No sé si pensar que también es otro “milagro” (en este caso portuario) del Cristo de La Laguna. Y es que, en medio del renovado templo y ante la mirada del Cristo lagunero, el actual presidente de la Autoridad Portuaria de Tenerife, Ricardo Melchior Navarro (CC), se abrazó muy cariñosamente con el hasta hoy consejero del cabildo tinerfeño, Pedro Suárez López de Vergara (PP) de quien se dice que va a ocupar el puesto de Ricardo en los próximos días. Eso si no dan marcha atrás en la designación, por culpa (dicen) de que Asier Antona se fue de la lengua y dio nombres, antes del oportuno nombramiento.
Bajo la mirada del Cristo de La Laguna, pudimos ver a Pedro Suárez López de Vergara (i), que dicen va a relevar como presidente de la Autoridad Portuaria de Tenerife al que tiene a su lado en la foto, Ricardo Melchior Navarro.