Es de todos sabido que, salvo dos o tres excepciones (sólo dos o tres) me llevo de maravilla con todo el mundo. Y entre todo ese mundo están todos los nombrados anteriormente, incluidos Javier Abreu, Rubens Ascanio y el propio alcalde lagunero. Y como a mi lo casi único que me importa es La Laguna, pienso que debe ser agotador y cansino llevar tres años intentando gobernar un municipio, con el equipo que le ha tocado y los pactos que ha conseguido, teniendo una oposición que ha anunciado no sé ya cuántas veces que va a presentar una moción de censura, que nunca termina de llegar. Creo que José Alberto Díaz no se merece esta situación de inestabilidad y, mucho menos, La Laguna y su buena gente. Creo que o presentan de una santa vez la tan cacareada moción (solo tienen que garantizarse 14 votos a favor, y punto) o bien, en caso contrario, dejen trabajar en paz. Y si no se quieren aburrir después, pues arrimen también el hombro y trabajen en favor de La Laguna.
Otra foto sacada en enero de 2017 en las puertas del Ayuntamiento de La Laguna donde se pedía y anunciaba, ya por enésima vez, la moción de censura… que no llega