No puedo terminar sin hacerme eco y reconocer vivamente la iniciativa del irrepetible Efraín Medina, vicepresidente del Cabildo de Tenerife. Una vez más y sin cortarse un pelo, el gran Efraín ha grabado su versión del villancico “El pequeño tamborilero” y la ha lanzado a las redes felicitando a todo el mundo. Antes ya había versionado “Mi gran noche” de Raphael, o la “Maldita primavera” de Paolo Amerigo cantada y popularizada en español por Yuri. Esta semana, la “Bohemian Rhapsody”, de Freddie Mercury con Queen, se ha convertido en la canción del Siglo XX más escuchada del mundo, y me da que Efraín Medina va a romper las listas de audiencia en Canarias con la suya, de la que se ha hecho eco hasta el mismísimo Carlos Herrera en la COPE, a nivel nacional. A diferencia de lo que les pasa a otros “tristes” compañeros de la política, el bueno de Efraín “sintoniza” con todo el mundo de manera sencilla y natural, que agrada a todos y arrasa en las redes sociales. Efraín trabaja como pocos, no está para “hacer dobletes” y muchos partidos se lo rifarían para tenerlo en los tres primeros puestos de sus listas. Pero también sabemos que hay muchos miopes, mezquinos y envidiosos, a los que les fastidia el éxito de Efraín. Menos mal que él se pasa las críticas por el “arco del triunfo” y hace suyo aquello de “ladran, luego cabalgamos”. Ánimo y p’alance.