Pero el mosqueo, malestar y la tristeza de muchos, radica en la constatación de que la desunión del nacionalismo canario moderado, escenificada en el “divorcio” entre Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias (NC), con la aparente complicidad por omisión del Partido Nacionalista Canario (PNC), ha dejado a NC sin escaño y, posiblemente, a Canarias sin un grupo parlamentario propio que, dicho sea con respeto a todos los restantes grupos, creo que buena falta nos hace. Puedo asegurar y aseguro que, tanto en Gran Canaria como en Tenerife, mucha gente está “rascada” por el hecho de que Fernando Clavijo (CC) y Román Rodríguez (NC) no hayan sabido ponerse de acuerdo en beneficio de todos y, lo más importante, para el mejor futuro de Canarias.
Román Rodríguez y Fernando Clavijo, están condenados a entenderse.