Aunque Pedro De la Rosa no quería probar el MG Metro por miedo a romperlo (es una joya de colección muy valiosa) Copi Capdevila le animó y Pedro llegó a conducirlo llevando de copiloto a su compañero del programa, Miguel Portillo (a quién mareó hasta hacerlo vomitar). Y lo disfrutó tanto, que aseguró que lo prefería al Focus. Total, que tanto Copi como Pedro disfrutaron como enanos antes de irse a echar unas mangas de carrera en el karting y una maravillosa comida en el Fuji, el restaurante japonés más antiguo de España (que está en Las Palmas de Gran Canaria), porque Pedro adora la comida japonesa. En fin, que cuando se juntan dos locos “motoradictos” pasa lo que pasa.
Fernando “Copi” Capdevila y Pedro De la Rosa apoyados en el Ford del equipo Copi Sport, que lleva serigrafiado sus nombres.