Mientras las cuitas anteriores con Pedro y Ani se desarrollan en las sedes de los partidos, en medio de los mítines o en los pasillos del Congreso de los diputados, la sufrida ciudadanía sigue con los pies en la tierra y con la mente y el corazón en los atascos. Y como se suele decir, nuestros políticos (de uno u otro partido y de una u otra corporación) parece que ignoran el coste político de los dichosos atascos. Y lo que más les fastidia a los automovilistas es que les falten al respeto y que les tomen el pelo. No hay que ser premio nobel para saber que la ejecución de una obra, por muy pequeña que sea, hace de caja de resonancia y que se generen atascos a kilómetros de la propia obra. Como creo que se trata de una obra del Cabildo de Tenerife, el nuevo presidente, Pedro Martín, y su consejero de Carreteras, Movilidad e Innovación, Enrique Arriaga, deben saber que lo que más indigna y molesta suele ser la descoordinación y la lentitud.
Pedro Martín (i) presidente del Cabildo de Tenerife, junto con Enrique Arriaga, su vicepresidente 1º y consejero insular del Área de Carreteras, Movilidad e Innovación.