Pero, ya puestos, indigna y hace rebotar a la ciudadanía, cuando se plantea la obra al menos con un solo turno de trabajo, cuando se ve solo una media docena de trabajadores en ella y cuando, desde el viernes a mediodía y hasta el lunes siguiente, en ella no trabaja ni Dios (incluido todo el “puente” de la Constitución y la Inmaculada). ¿No se puede ejecutar esa obra (de primera necesidad, como alguna otra) con el tratamiento de “muy urgente” y que se trabajen todos los días dos turnos? Pedro y Enrique saben que la tensión por los atascos y los reiterados accidentes, el gasto de energía y las emisiones de gases contaminantes, el hastío de la ciudadanía por la política y por casi todo, obliga a actuar bien y de inmediato. Deseemos y esperemos que lo hagan. Amén.
La verdad es que, con perdón, no es que se vean muchos trabajadores en el tajo.