Así las cosas, el “muerto” quedó en manos de Coalición, que reunió a su Consejo Político Nacional para decidir y luego decirle a Ana Oramas lo que tenía que votar. Pero cuando se iban a reunir, ya muchos sabían que Ani Oramas (coherente con su trayectoria y tras lo dicho por las redes, en más de un mitin y en algún medio de comunicación) iba a votar “no”, desde el momento en que NC decidió por su cuenta y riesgo, hacer lo que le dio la gana, en contra del voto unitario en el mismo sentido, fuera el que fuera. Y el Consejo Político Nacional decidió “por unanimidad” que el voto fuera abstención, con gran carga de hipocresía y cinismo, porque muchos estaban, estuvieron y están con la postura y el voto que finalmente ejerció Ana Oramas, a quien cariñosamente llaman “La Kíkara”. En este caso, hay que reconocer y no se le pueden negar “los huevos” que le ha echado a la investidura… y a CC.
José Alberto Díaz, exalcalde de La Laguna y, quizá, el que tiene más claro… todo.