LA LOTERÍA POLÍTICA CANARIA Y SUS CARAMBOLAS

Ahora mismo (no sé si sigue siendo así en toda su extensión) la designación de un cargo o puesto en el Gobierno canario, pasa por que le corresponda a una isla determinada, a un partido político definido y debe ser de un sexo específico. Y si una persona vale o no para el puesto en cuestión, eso es accesorio y, a veces, lo de menos. Nuestra ínclita Teresa Cruz Oval iba para presidenta del Parlamento de Canarias, pero lo de la cuota y paridad de los sexos en la Mesa de la cámara regional, obligó a un cambio de nombres y la “lotería” dio el “gordo” (léase “cargo”) al bueno de Gustavo Matos, quien se convirtió, de rebote, en presidente del Parlamento (todavía no termina de creer y sigue dando saltos de alegría) y, de carambola, Teresa Cruz Oval, se vio de un día para otro, como consejera de Sanidad (cosa que no quería) y a todas luces, parecía (y se decía) que no estaba capacitada para dirigir “el monstruo” llamado Sanidad canaria y, mucho menos, sabiéndose que tenía tan poquita “mano izquierda”.

Gustavo Matos (presidente del Parlamento) y Teresa Cruz (exconsejera de Sanidad)

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