Este domingo NO es el primero del mes de mayo, sino el segundo. Y digo esto en el comienzo de El Cotarro de hoy porque, por si no lo recuerdan (al margen de creencias y “practicancias”) cada primer domingo de mes, en todas las parroquias de nuestra iglesia católica en Canarias, se hace la tradicional “colecta para Cáritas”: Por culpa de esta maldita pandemia y el estado de confinamiento, las iglesias y parroquias han estado cerradas y los dos últimos “primeros domingos de mes” no se ha podido hacer la tradicional colecta. Por ello y muy lamentablemente, los ingresos de Cáritas han caído en picado, mientras, como me comenta el sacerdote y gran persona, Juan Pedro Rivero (Delegado Diocesano de Cáritas en Tenerife) las necesidades y peticiones se han triplicado y, para desarrollar su labor social, el 75% de su presupuesto depende de las cuotas de sus voluntarios y los donativos. Los magníficos voluntarios de Cáritas (como los de Cruz Roja y otras magníficas organizaciones no gubernamentales – ONGs) no dan abasto. Y, amigos…, ¡debemos ayudarles!
Voluntarios de Cáritas preparando comidas para repartir a familias con necesidades.