Tras ganarse el pleito en primera y segunda instancia, después de los oportunos recursos, el tema llegó al Tribunal Supremo que, hace unos días firmó y comunicó la sentencia final en firme. Lo que comenzó inteligentemente bajo la presidencia de José Alberto Muiños Gómez-Camacho y con la estratégica visión de Leopoldo Cólogan Rodríguez de Azero, ha terminado felizmente bajo la presidencia de Miguel Cabrera Pérez-Camacho y con el magnífico asesoramiento jurídico de José Manuel Niederleytner. En un gesto que honra a Miguel Cabrera, el actual presidente no dudó en llamar a Leopoldo Cólogan para felicitarle y agradecerle su visión, enfoque y planteamiento inicial del pleito que, cinco años después, ha servido para que el Supremo, haya dado la razón al Real Casino. Ahora, educada y elegantemente, me consta que Miguel Cabrera ya está en diálogo con los inquilinos, los herederos de Eduardo Coll Díaz, para que, lo antes posible y de la mejor manera, el local retorne a la entidad y ésta pueda otorgar una nueva y actualizada concesión.
Miguel Cabrera Pérez-Camacho, actual presidente del Real Casino de Tenerife